El día 7 de enero de 2008 el Ministerio de Salud de Brasil elaboró una nota técnica informando un aumento a partir de 2007 de la aparición de epizootias en 80 municípios de nueve estados: Goiás, Tocantins, Minas Gerais, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Rio Grande do Sul, Piauí, Distrito Federal e Rio Grande do Norte, teniendo confirmación laboratorial para fiebre amarilla las epizootias ocurridas en el estado de Goias

En los meses de diciembre/07 y enero/08 se observó un aumento significativo de la notificación de epizootias en el estado de Goiás incluyendo 23 municipios nuevos, algunos de ellos con gran flujo de turismo nacional e internacional, como Caldas Novas, Rio Quente y Pirenópolis. Al mismo tiempo fueron registradas epizootias en 13 localidades del Distrito Federal, y en 4 municipios de Minas Gerais.

En relación a los casos humanos de fiebre amarilla selvática, entre enero y noviembre de 2007 se registraron seis casos en cuatro estados (Amazônia, Pará, Roraima y Goiás). En un municipio (Jataí/GO) hubo simultáneamente un caso humano y epizootia en el mes de abril 2007. Actualmente entre los meses de diciembre 2007 y enero de 2008, se notificaron 7 casos humanos sospechosos en Goiás y el Distrito Federal que están siendo investigados. Tres de estos casos fallecieron. En el estado de Minas Gerais, un caso está siendo investigado.

Fiebre Amarilla
Se trata de una enfermedad infecciosa aguda de origen viral, que tiene una duración breve y gravedad variable. La infección puede progresar hacia la denominada etapa de intoxicación, con síntomas de insuficiencia hepato – renal, con hematemesis, melena y otras manifestaciones hemorrágicas.

Agente infeccioso: Virus de la Fiebre Amarilla, arbovirus perteneciente a la familia Flaviviridae.

Modo de transmisión: En la Fiebre Amarilla Urbana, la transmisión se da por la picadura del mosquito Aedes aegypti (En las selvas de América del Sur, la Fiebre Amarilla Selvatica es transmitida por especies de mosquitos del género Haemagogus o Sabethes.). En diferentes regiones del África, otras especies de mosquitos son las responsables de la transmisión, desde monos infectados a humanos.

Período de transmisibilidad: Para los mosquitos, la sangre de los enfermos es infectante desde las 24 a 48 horas antes del inicio de la fiebre, y hasta 3 a 5 días luego del inicio de la enfermedad.
Período de incubación: Es corto, varía de 3 á 6 días.

A partir de esta situación el Ministerio da Salud de Brasil reforzó las actividades de control a fin de impedir la aparición de casos nuevos en los estados de Goiás, Distrito Federal y Minas Gerais , estas medidas incluyen.

- intensificación de vacunación contra la fiebre amarilla para todas las personas mayores de 6 meses edad, recomendación de vacunación de personas que viajen a las áreas de riesgo por lo menos 10 días antes de viajar como así también a los que realicen ecoturismo y trabajadores relacionado con ingreso a la zona de selva

- orientación a los servicios de salud sobre la notificación inmediata de los casos atendidos o internados con un cuadro compatible con fiebre amarilla

- realización, de inmediato, de acciones de control con insecticida y otras medidas de reducción de criaderos de Aedes aegypti, en áreas urbanas limítrofes a lugares donde se registraron muertes de monos, a fin de reducir los índices de infestación vectorial para evitar la trasmisión de fiebre amarilla en humanos.

- articulación con el Ministerio de Turismo, Ministerio de Relaciones Exteriores y ANVISA, para orientar sobre la necesidad de vacunación contra la fiebre amarilla a los viajeros nacionales e internacionales que viajen a áreas turísticas localizadas en municipios donde ocurrieron epizootias.

Fuente: Dirección de Epidemiología. Ministerio de Salud de la Nación.

* Acceda al informe completo en formato pdf haciendo click aquí

El Mundo, España

ADVERTENCIA DE LA OMS
Las reservas mundiales de la vacuna para la fiebre amarilla se están agotando

Campaña de vacunación contra la fiebre amarilla en Paraguay. (Foto: Jorge Adorno | Reuters)
REUTERS | EP

GINEBRA.- La reserva mundial de la vacuna contra la fiebre amarilla, que causa la muerte de decenas de miles de personas cada año en todo el mundo, está bajo mínimos, según ha advertido el coordinador de la red de alerta y respuesta de brote global de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan.

"En este momento nuestra reserva global de emergencia está diezmada", declaró Ryan a periodistas en una conferencia telefónica. "Estamos en el límite de nuestra habilidad para proveer tanto campañas de emergencia como campañas de prevención masiva. Es una posición muy incómoda", añadió.

La OMS depende de tres fabricantes precalificados de la vacuna contra la fiebre amarilla: Sanofi-Aventis de Francia, el Instituto Pasteur de Senegal, y Bio-Manguinhos en Brasil. La actual capacidad de producción global es de 30 a 35 millones de dosis, explicó Ryan.

La OMS envió dosis a Paraguay y Brasil en los últimos meses para contener a varios brotes de la enfermedad, transmitida por los mosquitos, lo que ha reducido sensiblemente la reserva que se utiliza para las campañas de vacunación masiva en naciones africanas como Senegal, Togo, Camerún y Burkina Faso.

Ryan afirmó que es importante que las reservas de vacunas, que cuestan 60 centavos de dólar estadounidense cada una, sean reemplazadas rápidamente y mantenidas a niveles normales. "Necesitamos garantizar una mejor seguridad en el número de fabricantes que tenemos y en la escala de producción disponible," indicó Ryan durante la conferencia.

La fiebre amarilla recibe ese nombre por la ictericia que causa a los afectados con la enfermedad hemorrágica viral. La OMS estima que 200.000 personas se contagian cada año de fiebre amarilla y que 30.000 de ellas mueren como resultado.

Fuentes de la OMS han confirmado además que se han detectado casos en zonas urbanas de Paraguay, en concreto en suburbios de la capital Asunción, donde la enfermedad puede extenderse rápidamente dadas las pobres condiciones higiénicas. Al menos nueve personas han contraido la enfermedad en la ciudad, algo que no sucedía en Latinoamérica desde hacía seis décadas.