Cirujanos británicos realizaron las primeras operaciones para implantar ojos "biónicos" que en el futuro podrían ayudar a devolver la vista. La noticia fue difundida en las ediciones electrónicas de varios diarios europeos.
Las cirugías para implantar el dispositivo en los ojos de dos pacientes ciegos fueron realizadas en el Moorfields Eye Hospital de Londres, consigna The Times . Según los médicos, ambas fueron exitosas.
El dispositivo, que es el primero en su tipo, incorpora una cámara de video y un transmisor montado en un par de anteojos. Estos están vinculados con una retina artificial que transmite las imágenes en movimiento al nervio óptico y, a través de éste, al cerebro. De ese modo, permite que el paciente distinga imágenes rudimentarias, luces y sombras.
Las operaciones son parte de un estudio internacional de tecnologías futuristas conocido como "implante de retina Argus II", que ya probó poder devolver una visión rudimentaria a pacientes que habían quedado ciegos debido a enfermedades vinculadas con el envejecimiento, como la degeneración macular o la retinitis pigmentaria.
Luces y sombras
Los pacientes fueron operados la semana pasada y evolucionan favorablemente. Gracias a la tecnología Argus II, desarrollada por la compañía estadounidense Second Sight, recuperaron un nivel de visión básico que les permite distinguir luces y sombras. Lyndon da Cruz, el cirujano ocular que practicó las intervenciones, declaró a El Mundo , de España, que la intervención fue "excitante".
"Los implantes se colocaron satisfactoriamente en ambos pacientes, que se recuperan bien", afirmó el cirujano.
Investigadores norteamericanos están tratando de desarrollar una cámara del tamaño de una arveja que podría ser implantada directamente en el globo ocular, reemplazando el tejido natural con tecnología artificial. Según afirma The Times , los cirujanos esperan que el implante esté disponible para pacientes británicos dentro de tres a cinco años.
Argus II
El sistema Argus II utiliza la cámara de video para capturar imágenes que son convertidas en señales eléctricas. Estas son transmitidas en forma inalámbrica al implante que está detrás de la retina. Los electrodos del implante decodifican la señal para crear imágenes en blanco y negro transmitidas a lo largo del nervio óptico al cerebro. Este puede percibir puntos negros y blancos correspondientes a los electrodos que son estimulados.
Mark Humayun, profesor de Oftalmología e Ingeniería Biomédica del Instituto Oftalmológico Doheny, en Los Angeles, California, que desarrolló la tecnología, dijo: "Esta cámara es muy, muy pequeña y requiere muy baja energía, de modo que puede ir dentro del ojo y acoplarse al movimiento. Es un campo en expansión. En los próximos cuatro o cinco años espero que veremos tecnología mucho más avanzada".
Según el especialista, entrevistado por LA NACION el año último en el Congreso Mundial de Oftalmología de San Pablo, "unas cien mil personas con ceguera causada por retinitis pigmentosa se podrían beneficiar en el futuro con estos implantes. En la vida diaria, a la imagen se suma la agudeza auditiva de estos pacientes, que obtienen mejores resultados que en el laboratorio", agregó.