En un estudio con diabéticos tipo 1, aquellos que habían tenido hipertensión en la infancia presentaban cifras tensionales más elevadas en las primeras etapas de la edad adulta, según publican investigadores de la University of Erlangen-Nuremberg (Alemania).
Los autores hicieron un seguimiento a 868 personas, vistas en 95 centros de diabetes y clínicas de atención pediátrica en Alemania y Austria, desde los 6 hasta casi los 20 años. Se tomaron lecturas de presión arterial en las etapas prepuberal (menos de 10 años de edad), puberal (10 a menos de 16 años) o pospuberal (16 a 19,9 años).
El equipo, dirigido por la Dra. Ina Knerr, publica en “Diabetes Care” que se observaron cifras de presión arterial superiores a los niveles de referencia europeos en el 4% de los participantes durante la prepubertad y la pubertad y en casi el 14% de ellos durante la pospubertad.
"El seguimiento de la presión arterial reveló que los niños con presión arterial elevada tenían una presión sanguínea más alta en la adolescencia y primeras etapas de la edad adulta", señalaron los autores.
Reducir la presión elevada en etapas tempranas de la vida en esas personas es esencial, pues las pacientes con diabetes tienen un riesgo 10 veces mayor de lo normal de desarrollar enfermedad cardiovascular.