CARLOS ÁLVARO ROLDÁN
BERLÍN.- Hasta dentro de 24 meses los cinco equipos quirúrgicos, 40 personas, que ejecutaron simultáneamente el primer trasplante simultáneo de dos brazos completos no sabrán si tuvieron algún éxito. Pero uno de sus responsables, el cirujano Christoph Höhnke, ha afirmado sentirse muy optimista después de que la esposa del hombre alemán de 53 años intervenido se acercara sin pensarlo a la cama, le tomara una mano 'espontáneamente' y dijera: 'Parecen las tuyas'.
El gran reto médico ha sido anunciado en Múnich por Höhnke y Edgar Biemer, sus 'primeros espadas' durante las casi 15 horas que duró la operación. Según han informado ambos cirujanos de la clínica de la Universidad Técnica de la capital de Baviera, el hombre, de oficio campesino, había sufrido un accidente laboral hace seis años que le provocó la amputación de ambos brazos prácticamente desde su nacimiento en el tronco.
El paciente trató durante unos dos años de desarrollar su vida con ayuda de unas prótesis. Pero entonces, durante un programa de la ZDF, escuchó al propio Biemer en una entrevista hablar de la posibilidad de trasplante de manos y extremidades superiores parciales. Tiempo después se puso en contacto con él doctor y una nueva 'maravilla de la medicina' se ponía en marcha.
En la última década los trasplantes de extremidades más sonados se produjeron en 1998 en Francia, cuando el doctor Jean-Michel Dubernard insertó dos manos simultáneamente. Dos años después, el mismo profesional trasplantó dos antebrazos a Dennis Chatelier, quien apenas dos semanas después notaba una mínima sensibilidad en los nuevos miembros. El mismo médico volvió a ocupar las portadas de los periódicos en 2005 cuando injertó a una mujer atacada por un perro una nariz, labios y el mentón. Semanas después la imagen de la mujer tras la operación daban la vuelta al mundo.
Uno de los brazos trasplantados. (Foto: EFE)
Según ha asegurado Höhnke, el paciente alemán "evoluciona favorablemente". Los preparativos, explicaron los dos responsables de la operación, se iniciaron hace unos dos años. En el proceso se han hecho prácticas sobre ratas, perros y cuerpos humanos de donantes fallecidos y una de las grandes preocupaciones de los profesionales que trabajaron al mismo tiempo en dos salas de operaciones fue la medida exacta de los huesos a trasplantar.
"Debíamos cortar los huesos en la longitud correcta", ha aclarado otro de los cirujanos participantes, Ulrich Stöckle. "La curación de los huesos es ahora el punto crítico", añade.
Los médicos detallan que el pistoletazo de salida se produjo al encontrar el pasado 25 de julio un donante cuya edad, color de piel y grupo sanguíneo eran iguales a los del paciente. El 'gran problema' era precisamente que el donante era un poco más alto que aquel y por tanto los huesos a trasplantar debían limarse hasta lograr el tamaño deseado.
En los dos años de plazo que se da el equipo de cirujanos para que el paciente note sensibilidad en sus extremidades el cuerpo deberá regenerar sus células. Sin embargo, advierte el médico Manfred Stangi, quizás el hombre operado deba recibir tratamiento el resto de su vida. Pero tal y como aseguraba la cirujana Sibylle Stokebaum, "es un hombre muy valiente"·