El virus respiratorio sincitial (VRS), virus infantil generalmente inofensivo, es capaz de ocultarse en los pulmones y causar sibilancias y otros síntomas de asma, según informaron recientemente investigadores de la University of Texas Southwestern Medical Center (Estados Unidos).
El equipo encontró evidencia de que el VRS se quedaba en los pulmones de ratones y causaba los síntomas de vías respiratorias hiperactivas que caracterizan el asma.
"Esta investigación sugiere que hay un nuevo mecanismo potencial para el asma relacionado con infecciones virales infantiles que podría estar asociado al VRS", explicó la Dra. Asunción Mejias, directora del estudio.
"Estos descubrimientos podrían ayudar en el desarrollo de intervenciones preventivas y terapéuticas para niños con dificultades respiratorias recurrentes debido a virus como el VRS", señaló.
Casi todos los niños contraen infecciones del VRS en los primeros años de vida, y el virus generalmente se desaparece en una semana sin originar complicaciones. Pero de un 3% a un 10% de los niños que contraen estas infecciones desarrollan bronquitis grave y deben ser hospitalizados.
Los médicos también creían que el organismo eliminaba por sí solo esos virus. Pero el nuevo artículo que publican en el “Pediatric Infectious Diseases Journal”, los investigadores señalan que los virus podían persistir en algunos niños.
Previamente demostraron que las infecciones del VRS podían aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedad pulmonar crónica en ratones.
Para este experimento, el equipo de la universidad infectó a ratones con VRS vivos o virus debilitados por luz ultravioleta o calor.
Después de 42 días, hallaron evidencia del virus en todos los ratones infectados con el VRS vivo, pero no en los otros.
"Aún está por verse si el VRS persiste en niños, pero el hecho de que el virus persista en los ratones es increíblemente importante", indicaron los autores.
Además, a mayor cantidad de virus detectado en los pulmones de los ratones, mayor fue la probabilidad de que presentaran hiperactividad en las vías respiratorias (o broncoespasmos) y mayor la gravedad de los mismos.
Los ratones tratados con un anticuerpo para atacar al VRS terminaron con menos virus en los pulmones y desarrollaron una menor hiperactividad de las vías respiratorias y menor inflamación pulmonar.