MARÍA VALERIO
MADRID.- ¿Tiene usted entre 30 y 40 años? ¿Ha tenido relaciones sexuales esporádicas recientemente? ¿Ha utilizado el preservativo? Si su única respuesta negativa ha sido a la tercera pregunta, debería tener en cuenta que su edad no le protege frente a las enfermedades de transmisión sexual, y que éstas no afectan sólo a los adolescentes. Un trabajo británico acaba de recordar que el sexo seguro no tiene edad y que los treintañeros y cuarentones no deberían olvidarse de usar condón.
Los investigadores entrevistaron a más de 11.161 personas heterosexuales con edades comprendidas entre los 16 y los 44 años (6.399 de ellas mujeres) acerca de sus hábitos sexuales en el último año. Y sus conclusiones, que se han dado a conocer en la revista 'International Journal of Epidemiology', indican que el uso del preservativo en los 'ligues' puntuales se va reduciendo con la edad y es especialmente bajo si entre los dos miembros de la pareja hay cinco o más años de diferencia. En este sentido, aclaran, no se detectaron diferencias significativas independientemente de si el mayor de los dos era hombre o mujer.
En total, los entrevistados dieron cuenta de 15.488 coitos en los últimos 12 meses; con mayor presencia de 'relaciones no regulares' entre los hombres (39%) que entre las mujeres (20%); que solían estar casadas o viviendo en pareja con más frecuencia (55,2% frente a 39%).
En cuanto a protegerse... sólo la mitad de los encuestados respondió que había usado preservativo en su última relación sexual con una pareja esporádica, un dato que preocupa a los investigadores por el riesgo que ello implica de enfermedades de transmisión sexual. De hecho, otro 50% aseguró que no había usado preservativo con un desconocido la primera vez.
Con el aumento de enfermedades sexuales que se está registrando entre personas de 30 a 40 años, los autores consideran que es necesario reforzar las campañas de prevención también en estos grupos de edad, y no sólo entre jóvenes y adolescentes. Así, mientras el 68% de los chicos y chicas de 16 a 19 años aseguró haber usado preservativo en la primera relación con un desconocido, este porcentaje se redujo al 38% en el caso de los varones de 35 a 44 años y sólo al 29% entre las mujeres de esta misma edad.
Sexo a las 24 horas
El trabajo también pone de manifiesto que los hombres mantienen relaciones sexuales en las primeras 24 horas de conocer a su pareja con más frecuencia que las mujeres: uno de cada cinco de ellas hacía el amor en ese lapso frente a sólo una de cada 10 mujeres. Pero incluso en estos casos, sólo un tercio de ellos empleaba protección.
Entre los lugares de encuentro más frecuentes para conocer a nuevas parejas, destacaron los pubs y restaurantes (40% según respondieron los varones y 31%, las mujeres), el lugar de trabajo, algún evento social organizado por amigos y hasta uno de cada ocho que aseguró haber 'ligado' en establecimientos educativos, como una biblioteca. Curiosamente, las féminas que habían conocido a su pareja sexual estando de viaje mostraban mayor uso del preservativo que las que lo conocieron en otras circunstancias (68% frente a 48%). Aunque estas diferencias se acentuaban extraordinariamente cuando se comparaba a las chicas de menos de 20 años (92,2%) con las de 35-44 años (que sólo lo usaban en el 34,6% de los casos).
Se trata probablemente, como destacan los autores, de una de las mayores encuestas sobre actividad sexual entre adultos heterosexuales llevada a cabo en el Reino Unido. Una de las autoras, Catherine Mercer, del Centro de Investigación de Salud Sexual y VIH de la Universidad de Londres, explica cuál es a su juicio uno de los aspectos más importantes del trabajo. En su opinión, al incluir todas las parejas del último año, el trabajo permitió evaluar todas las relaciones heterosexuales, y no sólo las últimas en el tiempo, que tienen más posibilidades de producirse con una pareja estable. "Nuestro trabajo supone una buena representación de las relaciones esporádicas, que son las que implican mayor riesgo de transmisión de infecciones sexuales", explica.
Para algunas personas, explica, no usar preservativo puede deberse a un intento por quedarse embarazada con una pareja habitual, o a que se están empleando otros métodos anticonceptivos que no protegen frente a las ETS (en parejas monógamas y estables). Pero esta justificación, señala, no tiene sentido en el caso de las parejas (todavía) no regulares, especialmente en el caso de la primera cita, que puede implicar un riesgo de contraer ciertas infecciones.