Incremento del riesgo

Variante genética implicada en la sordera del envejecimiento

El mayor estudio de asociación de genoma completo realizado hasta la fecha muestra que una alteración del gen GRM7 aumenta al riesgo de este tipo de pérdida auditiva.

Investigadores del House Ear Institute de Los Ángeles (Estados Unidos) han identificado una variante genética que aumenta el riesgo de sordera asociada al envejecimiento. Los resultados de su estudio se publican en la edición digital de "Human Molecular Genetics".
 
Recuerdan que la sordera asociada a la edad supone el 30% de los casos de pérdida auditiva. Los investigadores realizaron el mayor estudio de asociación de genoma completo llevado a cabo hasta la fecha sobre este tipo de sordera por envejecimiento denominada presbicusis. El trabajo, en el que también han colaborado el Instituto de Investigación de Genómica Translacional de en Phoenix, la empresa estadounidense Affymetrix y la Universidad de Amberes (Bélgica), ha descubierto varios genes, pero sobre todo uno que se cree que aumenta el riesgo de sordera asociada al envejecimiento.
 
Los investigadores descubrieron una variante común del gen GRM7 que creen que podría estar asociada con la susceptibilidad a la excitotoxicidad y la pérdida auditiva. Es la expresión excesiva de glutamato lo que causa daños en las células pilosas internas y externas del oído interno y conduce a la sordera asociada a la edad.
 
Según explica Matthew Huentelman, de TGen y uno de los directores del estudio, "descubrir las causas genéticas de la sordera asociada a la edad podría conducir a tratamientos que aliviarían a millones de personas en todo el mundo que sufren de aislamiento social, depresión e incluso deterioro cognitivo debido a no ser capaces de comprender bien lo que otros están diciendo".
 
Los participantes del estudio eran caucasianos de entre 53 y 67 años y las muestras se recogieron en ocho centros de seis países de toda Europa de registros de población o consultas auditivas. Los científicos analizaron las muestras e identificaron los riesgos genéticos.