Por Steven Reinberg
Un estudio reciente halla que la reducción intensiva de la glucemia en quienes tienen la diabetes tipo 2 mal controlada no tiene efectos significativos sobre la reducción de los eventos cardiovasculares, como el ataque cardiaco y el accidente cerebrovascular.
"Se pueden reducir los eventos cardiovasculares en los pacientes de diabetes tipo 2 con un buen tratamiento de los lípidos [colesterol], la presión arterial y otros factores de riesgo cardiovascular", anotó el Dr. William Duckworth, investigador líder, del Centro de atención de Veterans Affairs de Phoenix (Arizona). "Pero entre los pacientes de mayor edad cuyos factores de riesgo están controlados, el control intensivo de la glucosa no confiere beneficios significativos", dijo.
Eso contradice el consejo convencional al respecto, según el cual la reducción intensiva de la glucemia debería reducir los eventos cardiovasculares.
"Pero nunca se ha comprobado", advirtió Duckworth. Y teniendo en cuenta los hallazgos del nuevo estudio, "el tiempo y el dinero se podrían gastar mejor haciendo más trabajo en los lípidos, la presión arterial, la dieta y el ejercicio", agregó.
El informe aparece publicado en la edición del 17 de diciembre de la New England Journal of Medicine.
Para el estudio, el ensayo sobre diabetes (Veterans Affairs Diabetes Trial, VADT), el equipo de Duckworth asignó aleatoriamente a casi 1,800 pacientes de edad promedio de sesenta años a que se sometieran a control intensivo de la glucemia o a control estándar. Los pacientes habían tenido respuestas menos que óptimas al tratamiento de la diabetes tipo 2.
Durante los 5.6 años de seguimiento, 264 de los pacientes que recibieron control estándar experimentaron un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular, murieron de enfermedad cardiaca, desarrollaron insuficiencia cardiaca, se sometieron a cirugía para enfermedad cardiaca o debieron someterse a una amputación debido a mala circulación.
Lo mismo sucedió con 235 pacientes cuyo control de la glucemia fue intensivo.
Además, los investigadores hallaron que no hubo diferencia entre los grupos en las muertes por ninguna causa ni otras complicaciones por la diabetes, como los problemas renales y de visión.
El valor del control intensivo de la glucemia se ha convertido en un asunto intensamente debatido, sobre todo porque dos estudios recientes que examinan los beneficios de reducir agresivamente la glucemia en pacientes de diabetes tipo 2 llegaron a conclusiones diferentes.
Un estudio, el ensayo ADVANCE (Action in Diabetes and Vascular Disease, acción para la diabetes y la enfermedad vascular) halló que el 21 por ciento redujo el riesgo de enfermedad renal en pacientes cuya glucosa estaba siendo controlada de manera estricta. Por otro lado, el ACCORD (Action to Control Cardiovascular Risk in Diabetes, acción para controlar el riesgo cardiovascular de la diabetes) halló un riesgo de muerte 22 por ciento superior entre quienes llevaban el régimen más estricto.
El Dr. David Nathan, profesor de medicina de la facultad de medicina de la Harvard y jefe del servicio médico de la unidad de diabetes del Hospital General de Massachusetts de Boston, no considera que el nuevo estudio contribuya mucho a la mezcla. Y aunque reducir la glucosa dramáticamente podría no tener beneficios sobre la enfermedad cardiovascular, si logra retrasar o prevenir otras complicaciones de la diabetes, señaló Nathan.
"Ninguno de los dos estudios demostró un beneficio para la enfermedad cardiovascular y el ACCORD se suspendió prematuramente por aumento de la mortalidad en el grupo intensivo", aseguró Nathan. "El aumento de la mortalidad en el ACCORD sugiere precaución al buscar niveles de glucemia muy bajos, que ha sido la reducción de la Asociación Estadounidense de Diabetes, y la mía, durante años", dijo.
"El punto es que el tratamiento para la diabetes dirigido a un nivel de glucemia inferior a siete por ciento en pruebas es beneficioso para la enfermedad ocular, renal y nerviosa, que fue establecido por otros estudios, aunque quizá hayan tenido baja potencia estadística en el VADT, y de todos modos quizá no beneficie los resultados de la enfermedad cardiaca", aseguró Nathan. "El estudio de VA no complementa mucho los estudios publicados anteriormente y no debería usarse para relajar las recomendaciones actuales", dijo.
(FUENTES: William Duckworth, M.D., Phoenix Veterans Affairs Health Care Center, Ariz; David Nathan, M.D., professor of medicine, Harvard Medical School, chief, Diabetes Unit Medical Service, Massachusetts General Hospital, Boston; Dec. 17, 2008, online edition, New England Journal of Medicine).