Las infecciones por SARM se propagan a los niños de la comunidad.
Las infecciones resistentes a los antibióticos alrededor de la cabeza y el cuello aumentan entre los niños estadounidenses, según informa un estudio reciente.
El hallazgo sugiere que las cepas más resistentes de la bacteria Staphylococcus aureus, conocida como SARM por su resistencia a la meticilina, están pasando de los confines tradicionales de los hospitales a la comunidad en general.
"Ciertamente, hallamos que la emergencias de infecciones de cabeza y cuello por estafilococo resistente en ambientes pediátricos están aumentando", señaló el Dr. Steven E. Sobol, coautor del estudio y director del departamento de otorrinolaringología pediátrica de la facultad de medicina de la Universidad Emory de Atlanta.
Sobol y sus colegas informaron sobre los hallazgos en la edición de enero de Archives of Otolaryngology - Head & Neck Surgery.
Los investigadores anotaron que la amenaza creciente para los niños conforma una tendencia hacia infecciones por SARM más basadas en la comunidad que anteriormente se observaron en poblaciones de pacientes crónicamente enfermos, en cárceles y hogares para ancianos.
En el estudio más reciente, los autores revisaron datos sobre infecciones pediátricas que se habían recolectado entre 2001 y 2006 en una base de datos nacional que recopila resultados de pruebas sobre resistencia a los medicamentos antimicrobianos de laboratorios que trabajan con más de trescientos hospitales de todo el país.
El equipo de investigación halló que de entre las más de 21,000 infecciones que tienen lugar entre los niños durante el periodo del estudio, cerca del 22 por ciento fueron resistentes a la meticilina. En general, los índices de infecciones de cabeza y cuello por SARM se han más que duplicado de cerca de doce por ciento a poco más de 28 por ciento.
Cerca de la tercera partes de las infecciones por SARM afectaron los oídos, mientras que cerca del 28 por ciento afectaron las regiones nasales y sinusales. Las infecciones por SARM de la cabeza y el cuello correspondieron a cerca del catorce por ciento del total.
Sobol recalcó, sin embargo, que el aumento aparente del riesgo de SARM para los niños aún no es motivo de alarma.
"No quiero generar pánico", dijo. "En serio, no hay razón por la que los padres y sus hijos deban cambiar sus vidas. Reducir el riesgo de infección tiene que ver con el sentido común y con las prácticas higiénicas normales, como estimular a los niños a lavarse las manos y evitar el contacto con otros niños enfermos en lugares en los que haya mucha gente".
"Sin embargo, también es importante que los pediatras reconozcan la importancia de esto y sospechen la posibilidad entre los niños que no respondan a medidas normales tomadas para enfrentar un resfriado o una infección", dijo. "Y ciertamente, cuando una infección normal o resfriado parece peor de lo que un padre esperaría, los padres deben buscar atención médica de su pediatra inmediatamente. No entren en pánico. Solo permanezcan alertas".
"Entretanto, la causa subyacente del aumento en las infecciones pediátricas es el tema de un estudio continuo en nuestra institución porque aún no conocemos la razón de esto", reconoció Sobol. "De todos modos, sospechamos que se debe a una combinación de factores".
El Dr. Philip Tierno, director de microbiología clínica e inmunología del Centro Médico de la Universidad de Nueva York estuvo de acuerdo.
"Por un lado, podría ser que los médicos sean menos cuidadosos con el uso de antibióticos cuando se trata de los niños", anotó. "Esto es a pesar de que la American Pediatric Association ha sido contundente con los médicos para que tengan cuidado con la administración de antibióticos a los niños. También podría, en parte, ser que simplemente estamos monitorizando mejor ahora las tendencias de los casos que en el pasado, así que estamos encontrando más cantidades entre los niños".
Aún así, la hipótesis de Tierno es que la SARM simplemente está aumentando por fuera de los ambientes hospitalarios tradicionales.
"Sospecho", agregó Tierno, "que la causa principal por la que quizá sea más probable que los niños adquieran SARM en la comunidad es que ahora las comunidades son depósitos de organismos resistentes a los antibióticos, cuando antes eso era principalmente en el hospital. Así, los niños simplemente reflejan ese cambio como parte significativa de la comunidad".
(FUENTES: Steven E. Sobol, M.D., director, department of pediatric otolaryngology, Emory University School of Medicine, Atlanta; Philip Tierno, M.D., Ph.D., director, clinical microbiology and immunology, New York University Langone Medical Center, and author, The Secret Life of Germs and Protect Yourself Against Bioterrorism; January 2009, Archives of OtolaryngologyHead & Neck Surgery)