La tasa de muerte cardiaca súbita entre atletas jóvenes de Estados Unidos es poco común, similar a la tasa de mortalidad por ser alcanzado por un rayo del mismo grupo de edad, informan los investigadores.
De acuerdo con un estudio publicado en Circulation, 1,866 atletas estadounidenses de 8 a 39 años murieron de forma repentina o sobrevivieron a un paro cardiaco entre 1980 y 2006.
La enfermedad cardiovascular acabó con la vida de más de la mitad de esos atletas, ya que la muerte de uno de cada tres estuvo relacionada con cardiomiopatía hipertrófica, una afección que consiste en el agrandamiento del corazón que a menudo se detecta en un electrocardiograma de rutina (ECG).
Aunque los ECG se utilizan de forma regular para evaluar a los atletas en Europa, sobre todo en Italia, el debate continúa en torno a si en Estados Unidos se deben realizar pruebas de salud más rigurosas y amplias de los atletas. La American Heart Association recomienda exámenes más profundos sólo si un historial familiar o examen físico de primera línea lo amerita.
"De hecho, el número absoluto relativamente bajo de muertes por eventos cardiacos súbitos entre atletas jóvenes de EE. UU. plantea algunas dudas con respecto a las consideraciones ambiguas de las pruebas previas a la participación basada en el riguroso modelo italiano", dijo en el informe publicado el autor principal, el Dr. Barry Maron, director del Centro de Cardiomiopatía Hipertrófica de la Minneapolis Heart Institute Foundation, Minnesota.
66 muertes de atletas en promedio se debieron a una enfermedad cardiovascular en los últimos seis años del periodo del estudio, siendo el número más alto en un año de 76. Maron dijo que probablemente el problema cardiovascular no habría sido detectado en el 30 por ciento de esos casos ni siquiera con el ECG u otra prueba estricta.
De las demás muertes cardiacas en atletas jóvenes, el 22 por ciento (416) se debió a traumas contundentes que dañaron estructuralmente el corazón de la persona. La conmoción cardiaca, un golpe en el pecho que interrumpe los latidos del corazón, causó el otro cuatro por ciento (65), mientras que la insolación causó el dos por ciento (46).
"La baja tasa de eventos totales debe ofrecer una medida general de tranquilidad en torno a la participación en deportes", dijo Maron en el informe.