Una investigación realizada entre 34.493 personas en 15 países, dirigido por la psicóloga clínica Kate Scott de la University of Otago de Nueva Zelanda, basado en los estudios de la sección de Salud Mental Mundial (WMH) de la Organización Mundial de la Salud, revela que el matrimonio reduce los riesgos de depresión y ansiedad.
Poner fin al matrimonio bien por separación, divorcio o muerte está relacionado con un incremento del riesgo de trastornos mentales, con las mujeres siendo más propensas a recurrir al abuso de sustancias y los hombres más proclives a acabar deprimidos, según una de las conclusiones del estudio.
"Pudimos observar lo que sucede en cuanto a salud mental en el matrimonio, comparando tanto las relaciones que no acaban en boda, como el final de un matrimonio", informó Scott.
El estudio encontró que el matrimonio, comparada con la opción de no casarse, era bueno para la salud mental de ambos sexos, no sólo mujeres, tal y como habían concluido estudios anteriores.
No obstante, el sondeo encontró que los hombres son menos propensos a la depresión en su primer matrimonio que las mujeres, un factor que Scott dijo estaba probablemente relacionado a los roles tradicionales de género en casa, mientras que otros estudios de la WMH han demostrado que en las mujeres con mejor educación, los índices de depresión tienden a caer.
La otra diferencia de género que el estudio encontró es que el matrimonio reduce el riesgo de trastorno por abuso de sustancias más en las mujeres que en los hombres. Scott dijo que esto se puede explicar por el hecho de que las mujeres suelen ser las principales cuidadoras de los niños pequeños. Sin embargo, la desventaja del matrimonio, según el estudio, es que su fin supone un impacto negativo en ambos géneros.
"Lo que nuestro estudio señala es que la relación matrimonial ofrece una gran cantidad de beneficios de salud mental para hombres y mujeres, y que la angustia y los trastornos asociados con la eliminación del matrimonio hace a las personas vulnerables al desarrollo de trastornos mentales", concluyó Scott.
Publicado en Diario Médico, España