MARÍA VALERIO
¿Sólo masaje en el pecho? ¿O también el boca a boca? En los últimos tiempos existe un cierto debate sobre cuál es el mejor método para iniciar la resucitación cardiaca en una persona que ha sufrido una parada mientras llegan los servicios de emergencia. Un nuevo estudio en la revista 'The Lancet' ha realizado un estudio sobre esta cuestión en uno de los países donde más concienciada está la población en esta materia: Japón.
En el país asiático, se calcula que 1,4 millones de ciudadanos de a pie reciben formación cada año para saber qué hacer en caso de parada cardiaca. Estas maniobras de resucitación, realizadas en los primeros minutos y mientras llega el personal sanitario de emergencias, pueden ser vitales para reducir el riesgo de muerte y las secuelas neurológicas posteriores.
Sin embargo, en los últimos tiempos, existe un debate creciente sobre cuál es el procedimiento más adecuado: aplicar únicamente el masaje cardiaco (presión en el pecho a un ritmo determinado) o combinar esta maniobra con la respiración boca a boca. La investigación que publica ahora el grupo de Atsushi Hiraide y Taku Iwami, de la Universidad de Tokio, se ha realizado en un grupo de población especialmente sensible, los niños.
"La mortalidad infantil por paradas que se producen fuera del hospital es muy elevada", advierte el doctor Jesús López-Herce, especialista en cuidados intensivos pediátricos del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y autor de un editorial en el mismo número de la revista. "En España carecemos de la cultura que tiene Japón y que valora la importancia de formar a la población general para que actúe en estos casos".
En el estudio se analizaron más de 5.000 paradas cardiacas sufridas por viandantes de menos de 17 años. Algunos de ellos habían sido atendidos por los testigos únicamente con masajes en el pecho y el resto, además, con boca a boca. En comparación con los menores que no fueron reanimados por los testigos, estos chicos tenían tres veces menos secuelas neurológicas un mes después de la parada. Además, los que fueron reanimados con ventilación además de masajes, tenían mejor pronóstico que quienes sólo fueron masajeados.
"En los niños, el origen de las paradas no es de tipo cardiaco con tanta frecuencia como en los adultos, y este ensayo (el más numeroso hasta la fecha) se confirma que el boca a boca es mejor que sólo el masaje", concluye. "Pese a que en España los servicios de emergencia suelen llegar al lugar muy rápido, la primera persona que atiende al paciente en los cinco o 10 primeros minutos es fundamental". Ante las dudas que muchas personas pueden tener, asegura, es mejor tratar de iniciar la reanimación que no hacer nada.