Un estudio reciente halla que ciertas células del páncreas pueden regenerarse y convertirse en células productoras de insulina luego de que las normales se han destruido, como sucede en la diabetes tipo 1.
Investigadores suizos descubrieron esto al destruir las células productoras de insulina, conocidas como células beta, de ratones para inducir una forma artificial de diabetes tipo 1. Otras células pancreáticas, las alfa, se convirtieron en células beta.
"El páncreas adulto puede regenerar nuevas células beta incluso si están totalmente ausentes, como en la diabetes tipo 1", señaló Pedro Herrera, autor principal del estudio y profesor de fisiología y metabolismo celular de la Facultad de medicina de la Universidad de Ginebra.
Los expertos advirtieron, sin embargo, que hace falta mucha más investigación para determinar si el proceso podría beneficiar a los pacientes de diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca las células beta del páncreas que producen insulina, la hormona que permite convertir los alimentos en energía. Los pacientes de diabetes tipo 1 dependen de la terapia de insulina durante todas sus vidas.
Y si un proceso así sucede con los seres humanos, o se pudiera inducir para que ocurriera, sigue quedando un gran obstáculo. En la diabetes tipo 1, el ataque del sistema inmunitario a las células beta parece continuar de manera indefinida, razón por la cual las personas que han recibido trasplantes de estas células, con el tiempo deben volver a recibir insulina. El sistema inmunitario también destruye las células beta trasplantadas.
"Siempre que se piense en cualquier tipo de cura o tratamientos realmente buenos para diabetes tipo 1, hay que tener en cuenta tanto las células beta y el lado inmune", señaló Andrew Rakeman, gerente del programa científico de regeneración de células beta de la Juvenile Diabetes Research Foundation (JDRF). La JDRF financió una porción de la nueva investigación.
"En este punto se desconoce si las células alfa reprogramadas serían vulnerables. Las células alfa normalmente no son destruidas por el sistema inmunitario, pero al regenerarse, pierden rasgos que hacen que las células alfa se conviertan en células beta. Entonces, es probable que parezcan, antes el sistema inmunitario, células beta", agregó Rakeman.
Para inducir la diabetes tipo 1 en ratones, los investigadores suizos expusieron a los roedores a una toxina que sólo destruyó sus células beta. Las células alfa normalmente se hallan en el páncreas junto con las células beta. Las células alfa segregan una hormona llamada glucagón que contrarresta los efectos del exceso de insulina y ayuda al organismo a mantener niveles normales de glucemia.
Más del 99 por ciento de las células beta fueron destruidas en los ratones. Los investigadores marcaron las células alfa con una proteína fluorescente para poder darle seguimiento a esas células.
Hallaron que cuando casi todas las células beta habían sido destruidas, si los ratones estaban recibiendo terapia de insulina para conservarlos con vida, las células alfa se convirtieron espontáneamente en células beta. Luego de que suficientes células alfa se convirtieron en células beta, la terapia de insulina dejó de ser necesaria.
Los autores del estudio señalaron que la nueva investigación, publicada el 4 de abril en la edición en línea de la revista Nature, es la primera en mostrar que este cambio puede ocurrir natural y espontáneamente. Las investigaciones anteriores han podido convertir las células adultas en células productoras de insulina, pero ese cambio exigió manipulación genética, lo que podría dificultar el desarrollo de un tipo de medicamento que reproduzca ese efecto.
Rakeman aseguró que lo emocionante de este nuevo estudio es que "reprogramar es algo que puede ocurrir naturalmente. Si se puede determinar lo que lo causa en ratones, es posible que se puedan hallar intervenciones para inducir lo que sucede en los seres humanos".
Herrera aseguró que los investigadores querían saber más acerca de cómo sufren este cambio las células alfa y también desean saber si otras células también pueden someterse a este tipo de conversiones.
El Dr. David Kendall, director médico y científico de la American Diabetes Association, dijo que el "cualquier cosa que se refiera a una fuente potencial de células productoras de insulina es bastante emocionante.
"Sin embargo", agregó, "siempre he sentido un entusiasmo cuidadoso por esos hallazgos. Que algo prometa inicialmente no siempre es una garantía y esa cantidad de hallazgos en ratones no se ha logrado traspasar bien a investigaciones con seres humanos".
FUENTES: Pedro Herrera, Ph.D., professor, department of cell physiology and metabolism, University of Geneva Medical School, Geneva, Switzerland; Andrew Rakeman, Ph.D., scientific program manager in beta cell regeneration, the Juvenile Diabetes Research Foundation, New York City; David Kendall, M.D., chief scientific and medical officer, the American Diabetes Association, Alexandria, Va.; April 4, 2010, Nature, online.