Amplían con una cirugía el Punto G y otras zonas

Cirugías íntimas

¿Son necesarios estos nuevos procedimientos?

Fuente: Clarin.com

Por Valeria Román

Ya se practica en la Argentina un polémico procedimiento sobre la vagina de las mujeres. Es la ampliación del punto G, una zona sensible que se percibe a través de la pared anterior o superior de la vagina. Más de 100 mujeres ya se lo hicieron para mejorar el goce durante sus relaciones sexuales con sus parejas.

El procedimiento cosmético empezó a realizarse en los Estados Unidos hace diez años aproximadamente. Consiste en inyectar un relleno con grasa de la misma mujer o con ácido hialurónico, entre otros materiales, dentro de la vagina, según contó a Clarín Marco Pelosi, que es presidente de la Sociedad Mundial de Cosmetoginecología y estuvo en Buenos Aires en un taller sobre técnicas avanzadas en cirugías cosméticas.

¿Son necesarios estos nuevos procedimientos? “Algunas mujeres ven más películas porno o ven revistas, se comparan y han empezado a darse cuenta que no disfrutan tanto sexualmente”, contestó Pelosi, que atiende en los Estados Unidos. “Varias de las pacientes tenían orgasmos, pero sintieron que su vida sexual cambió después de varios partos . Ahora saben que existe este procedimiento, averiguan y lo piden”, comentó también Guillermo Blugerman, uno de los cirujanos plásticos que empezó a ofrecer estas prácticas el año pasado, y que no forma parte de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, donde se reúnen la mayoría de los especialistas del área. Blugerman es el cirujano que participó en el controvertido programa de televisión Transformaciones y director de la clínica B y S, uno de los lugares donde se colocaba una marca de implantes mamarios que fueron retirados del mercado en marzo.

Los riesgos de la práctica pueden ser infecciones, y en algunos casos, se necesita volver a inyectarse.

“Antes no había tantas opciones de embellecimiento vaginal para las mujeres. Estamos pensando más en ellas y a la vez las mujeres se animan más a pedir este tipo de procedimiento, como también quieren la reducción de los labios menores de la vagina”, sostuvo Alejandro Carbone, de la Clínica Privada del Carmen en Zárate, en la provincia de Buenos Aires.

El punto G de la vagina se ubica a unos 4 o 5 centímetros dentro de la vagina (desde afuera hacia adentro), señala Pelosi, aunque otros especialistas dudan de su existencia. Fue descripto por el ginecólogo alemán Ernst Grafenberg en 1950 como un engrosamiento de la cara anterior de la vagina. “ Muchos sexólogos y ginecólogos aceptan su existencia y otros la rechazan . Para el primer grupo, la estimulación del punto G produciría un orgasmo por fricción. Obviamente, para el segundo grupo no es así”, comentó Andrés Dimópulos, jefe de cirugía plástica del Hospital Durand.

“La intervención consiste en la inyección de sustancias biodegradables para aumentar el tamaño del punto G. Creo que todavía es un procedimiento en etapa de prueba y que se debe esperar un tiempo prudencial para demostrar su eficiencia”, opinó Dimópulos.

También mostró cautela Jorge Patané, jefe de cirugía plástica del Hospital Fernández: “ No es fácil encontrar el punto G en todas las mujeres . El procedimiento es una línea de estudio que se encuentra en evolución, y que aún no ha pasado la prueba del tiempo. Una pregunta pendiente: ¿Y si se afecta la sensibilidad a largo plazo?”.


Cómo se hace la operación

1. Antes de la ampliación del punto G, la paciente firma un consentimiento informado y aprende a localizar exactamente dónde está el suyo en la vagina. El médico lo ubica con la ayuda de un espéculo y marca la zona.

2. En el quirófano, le ponen anestesia local a la paciente. Luego, a través de una inyección, le introducen grasa de otra parte de su cuerpo, por ejemplo el abdómen. O le pueden inyectar ácido hialurónico. Así, la zona del punto G aumenta más del 25% 3. Se coloca un tampón en la vagina, y cuatro horas después se lo remueve. A partir de ese momento, la mujer ya puede volver a su rutina sexual. El procedimiento puede ser repetido, dependiendo del tipo de relleno que se usó.


Otras cirugías íntimas

Monte de Venus. Se puede sacar grasa de allí para devolverle un aspecto “atractivo”.

Musculatura vaginal. Se remueve el exceso de mucosa y se disminuye el diámetro interno y externo.

Himen. Se reconstruye a su estado original (virgen) con anestesia local.

Labios. Se puede aumentar el espesor usando grasa de otra parte del cuerpo o modelarlos con láser.


“Ahora tengo orgasmos en cada relación”

“Después de tener dos hijas, sentí que las relaciones sexuales con mi pareja habían cambiado. No sentía mucho placer”, contó Natalia Sosa (37 años), que es empleada y vive en el barrio porteño de Caballito. Estaba preocupada y le preguntó a su ginecólogo, quien le dijo que no debía darle tanta importancia. Hasta que fue a consultar a una clínica de estética y escuchó algo sobre la cirugía íntima. “La verdad es que yo no sabía ni dónde estaba mi punto G, pero acepté ponerme el relleno para ampliarlo. Tenía miedo y dudas ante de la operación, pero la verdad es que no me dolió nada”, resaltó. El relleno era grasa que le sacaron de su abdomen, al que –a la vez– quería reducir. “Ahora tengo orgasmos en cada relación. Incluso estoy mejor que antes de mi primer embarazo”, dice.