Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un nuevo estudio aportó más pruebas de que el embarazo agravaría o causaría síntomas del trastorno obsesivo compulsivo (TOC) en algunas mujeres, lo que sugiere que en algunos casos existiría una respuesta anormal a los cambios hormonales.
El TOC es un trastorno de ansiedad que produce pensamientos continuos e indeseados que impulsan a repetir rutinas y rituales una y otra vez. La obsesión con la limpieza, por ejemplo, llevaría a una persona a lavarse las manos constantemente.
Unos 2 millones de adultos en Estados Unidos tienen el TOC, cuyos síntomas suelen aparecen en la niñez o la adolescencia. Pero algunos estudios demostraron que también pueden aparecer durante o inmediatamente después del embarazo, que además podría agravarlos en algunas mujeres.
El nuevo estudio confirma y amplía esos resultados, según la doctora Ariadna Forray, de la Escuela de Medicina de la Yale University, en New Haven, Connecticut.
Tras analizar las historias clínicas y entrevistar a 126 mujeres tratadas en la Clínica de TOC de Yale, el equipo halló que el 32 por ciento de las 78 mujeres que habían estado embarazadas habían tenido los primeros síntomas de TOC durante o inmediatamente después del embarazo.
Además, el equipo observó que la gestación agravó los síntomas en la tercera parte de las mujeres que habían desarrollado TOC antes de quedar embarazadas. Pero en el 22 por ciento de los embarazos, los síntomas mejoraron.
Y las mujeres en las que el trastorno empeoraba en los días previos a la menstruación tenían más riesgo de sufrir una exacerbación de los síntomas durante un embarazo. Esto respalda la idea de que existe un subtipo de TOC "asociado con las hormonas" que afecta a algunas mujeres.
"Esas mujeres tendrían otra sensibilidad a las hormonas reproductivas; en ellas, el embarazo dispararía o exacerbaría el TOC", dijo Forray.
Aunque se desconoce la causa de esas diferencias en la sensibilidad hormonal, la autora apuntó a diferencias en los genes que regulan o son regulados por las hormonas reproductivas.
Para Forray, los resultados sugieren que las mujeres con TOC y sus médicos deberían saber que el embarazo puede agravar los síntomas, sobre todo si habitualmente empeoran en el período premenstrual.
El tratamiento del TOC incluye terapia cognitiva-conductual, antidepresivos y ansiolíticos. Las pacientes y los médicos deberían tener en cuenta también que el TOC puede aparecer durante o inmediatamente después del embarazo.
Es normal que las embarazadas o las madres primerizas estén ansiosas y tengan preocupaciones. Pero Forray señaló que si ciertos pensamientos y conductas, como la preocupación por el orden, la limpieza o el bienestar del bebé, empiezan a causar estrés e interferir con las actividades diarias, entonces es tiempo de conversar con el médico.
FUENTE: Journal of Clinical Psychiatry, online 18 de mayo del 2010