Por Lynne Peeples
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio sugirió que probar la leche de vaca durante las dos primeras semanas de vida protegería a un niño de desarrollar alergia a la proteína de la leche.
Esa alergia es la más común y peligrosa dentro del grupo de la intolerancia a los lácteos, que provoca reacciones como erupciones, síntomas respiratorios y gastrointestinales, y hasta un shock o la muerte.
El hallazgo de que el adelanto del consumo de leche de vaca reforzó la tolerancia sorprendió al doctor Yitzhak Katz, de la Universidad Tel Aviv, en Israel.
Su equipo trató de actualizar la cantidad de niños con la alergia y de determinar con qué frecuencia aparece junto con la intolerancia a la soja. "Ni siquiera buscábamos un factor de riesgo", dijo a Reuters Health.
De los 13.000 bebés estudiados, 66 (0,5 por ciento) tenían alergia a la leche, mucho menos de lo esperado a partir de las estimaciones poblacionales del 1 al 3 por ciento, publicó Journal of Allergy and Clinical Immunology.
El equipo no halló relación entre las alergias a la leche y a la soja, a pesar de estudios previos que habían demostrado que hasta uno de cada tres niños con el primer problema también sufría el segundo.
"La soja es una alternativa nutricional para los niños con alergia a la leche vacuna", dijo Katz.
Pero hubo un segundo hallazgo que lo sorprendió más. Los bebés alimentados por primera vez con leche de vaca a los 15 días o más de vida tuvieron 19 veces más riesgo de desarrollar alergia a la leche que los bebés expuestos durante las dos primeras semanas de vida.
Dados los problemas con la digestión del azúcar de la leche vacuna, los pediatras desalientan su consumo hasta cierta edad, explicó Kari Nadeau, de la Stanford University, en California, que no participó en el estudio.
"Es bueno saber que dar a los bebés pequeñas cantidades de leche vacuna en las primeras semanas de vida", dijo, "ayudaría a evitar que, más adelante, el sistema inmune reconozca a la proteína de la leche como una sustancia extraña contra la que debe reaccionar", agregó.
Para Nadeau, se necesitan más estudios para conocer el "abanico de oportunidades" más óptimas y saber cómo los bebés reaccionarán cuando crezcan.
También advirtió que el uso temprano de leche de vaca no garantiza que un niño no desarrolle la alergia. "Si un niño empieza con erupciones o vomita la comida en algún momento, siempre debería controlarlo un alergista", indicó.
Katz agregó que los resultados no desalientan la lactancia materna, sino que recomiendan complementarla con leche vacuna antes de tiempo.
FUENTE: Journal of Allergy and Clinical Immunology, online 11 de junio del 2010.