(Foto: El Mundo) CRISTINA G. LUCIO
Una receta de Sildenafil debe ir siempre acompañada de información sobre cómo prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Ésa es la principal conclusión de un reciente estudio sobre la prevalencia de infecciones venéreas entre los usuarios de fármacos para la disfunción eréctil.
Según sus datos, problemas como la clamidia, la gonorrea o el VIH son hasta tres veces más frecuentes en hombres que consumen este tipo de medicamentos.
"Estos pacientes podrían beneficiarse de recibir información sobre prácticas sexuales seguras. Y esto es especialmente relevante si tenemos en cuenta que la mayoría de los especialistas raramente hablan de enfermedades venéreas cuando se trata de pacientes de mediana edad o mayores", subrayan los autores de este trabajo, quienes recuerdan que las infecciones de transmisión sexual no entienden de edades, sino de de protecciones adecuadas.
Durante dos años, estos científicos del Hospital General de Massachusetts (EEUU), realizaron un seguimiento a más de 1,4 millones de varones estadounidenses mayores de 40 años. En ese periodo, alrededor de 40.000 individuos solicitaron al menos una receta de Sildenafil.
Entre otras variables, los investigadores evaluaron la presencia o ausencia de enfermedades de transmisión sexual y compararon los datos obtenidos en ambos grupos de pacientes.
Más enfermedades
Sus resultados mostraron que los hombres que habían consumido fármacos para la disfunción eréctil presentaban tasas considerablemente más altas de infecciones venéreas que aquellos que no habían tomado estos medicamentos.
Esta mayor presencia de ETS era palpable tanto antes como después del inicio del tratamiento, lo que, según los investigadores sugiere que la clave de esta relación "puede tener más que ver con el tipo de paciente [y sus comportamientos sexuales]" que con un efecto derivado de la amplia accesibilidad a los fármacos.
En sus conclusiones, estos investigadores subrayan que cuando en una consulta se considere la posibilidad de prescribir fármacos para la disfunción eréctil, "es necesario discutir el riesgo de ETS y hablar sobre los métodos que existen para prevenir su contagio", como el preservativo.
"Este trabajo recuerda que la prevención de enfermedades de transmisión sexual no debe terminar a los 40", comenta en un editorial que acompaña a la investigación en la revista 'Annals of Internal Medicine', Thomas Fekete, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Temple (Philadelphia, EEUU).
Pese a subrayar la importancia de estos datos, este especialista también recuerda que la tasa de infecciones venéreas en la mediana edad es muy inferior a la detectada entre los jóvenes, donde el problema es mucho más grave.