WASHINGTON (Reuters)
Un informe reveló que los médicos entrenados en otros países brindan una atención tan buena como los doctores estadounidenses.
El reporte, publicado en la revista Health Affairs, también sugiere formas de ayudar a brindar atención médica a más estadounidenses a un costo potencialmente más bajo, tal como promete la reforma sanitaria estadounidense, para extender la cobertura de salud a millones que actualmente no la tienen.
"Pese al proceso riguroso de certificación que requiere Estados Unidos a los graduados internacionales, la calidad de atención brindada por los médicos educados en el extranjero ha sido una preocupación constante", dijo John Norcini, presidente de la Fundación para el Avance de la Educación e Investigación Médica Internacional, que dirigió el estudio.
El equipo de Norcini analizó 244.153 hospitalizaciones de pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva o ataque cardíaco agudo en Pennsylvania, quienes fueron tratados indistintamente por un médico educado en Estados Unidos o en el exterior.
Los pacientes de los doctores internacionales graduados en el exterior tuvieron las menores tasas de muerte, mientras que los atendidos por ciudadanos estadounidenses que se recibieron en facultades de medicina foráneas presentaron las mayores tasas de deceso.
Los médicos nacidos y entrenados en Estados Unidos quedaron en una ubicación intermedia.
"Estos resultados colocan la atención en los médicos entrenados en el exterior y en el valioso rol que juegan a la hora de responder a la escasez de galenos en el país", dijo Norcini.
"Es tranquilizador saber que los pacientes de estos doctores reciben la misma calidad de atención sanitaria que la que recibirían de un médico educado en Estados Unidos", agregó.
El experto señaló que el 25 por ciento de los médicos en ejercicio en Estados Unidos son educados en el exterior.
El estudio también reveló que la experiencia no siempre implica mejor atención. Cuanto más tiempo hace que un galeno dejó la escuela de medicina, peor es la tasa de muerte y complicaciones, lo que hace que los pacientes deban permanecer más tiempo hospitalizados.
Alrededor de 46 millones de estadounidenses, o el 15 por ciento de la población, carece actualmente de seguro médico. La nueva ley de atención sanitaria firmada en marzo prevé expandir la cobertura a 32 millones más de ciudadanos.
Muchos grupos temen que el ya colapsado sistema de salud de Estados Unidos no pueda acomodarse al ingreso de tantas personas en busca de asistencia médica.