En medio del brote más grande de tos ferina en décadas, los funcionarios de salud pública de California instan a los residentes, sobre todo a las embarazadas, y a los que tengan contacto con bebés que se aseguren de estar vacunados contra esta enfermedad altamente contagiosa.
Con la incidencia de tos ferina también más elevada que el año pasado en Michigan, Carolina del Sur, Ohio y el norte de Nueva York, existe una preocupación creciente de que la tos ferina continuará propagándose, aseguró Jennifer Liang, epidemióloga de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Las tos ferina, o pertussis, hace alusión al sonido feral que los pacientes emiten al intentar respirar durante un ataque de tos.
"La pertussis es una enfermedad cíclica y vemos picos cada tres o cinco años", señaló Liang. "El último pico fue en 2005, tuvimos 25,000 casos reportados en todo el país y podríamos estar en curva ascendente hacia otro ciclo".
Así las cosas, ¿quién debería preocuparse? En los adultos, la tos ferina puede causar tos perruna que dura semanas, pero se puede tratar con antibióticos y rara vez es potencialmente mortal, según Jeff Dimond, vocero de los CDC.
Pero en los bebés que son demasiado pequeños para ser vacunados, la tos ferina puede ser mortal. La semana pasada, murió el séptimo bebé de California. Los funcionarios de salud pública consideran este el brote más grande en cincuenta años.
Cerca de las dos terceras partes de los bebés que adquieren pertussis resultarán hospitalizados, según los CDC. Cerca de uno de cada diez niños infectados desarrolla neumonía, mientras que uno de cada 250 adquiere encefalopatía, una enfermedad que afecta al cerebro.
En la primera mitad del año, California ha visto cerca de 1,500 informes de la enfermedad. Eso se compara con poco más de 300 en la primera parte de 2009, según el Departamento de Salud Pública de California.
En cuanto a los brotes más pequeños de otros estados, Liang advirtió que los informes de los departamentos de salud pública locales y estatales son muy diversos, por lo que los datos de vigilancia nacional de los CDC pueden rezagarse. Los departamentos de salud locales tienden a estar mejor sintonizados con los brotes localizados, aseguró Liang.
"La magnitud del aumento en California es preocupante, por eso estamos tratando de enfatizar la importancia de la vacunación", aseguró Liang.
Las guías de vacunación sugieren que los niños reciban dosis de la vacuna contra la pertussis a los 2, 4 y 6 meses, entre los 15 y los 18 meses y nuevamente entre los 4 y 6 los años, cuando suelen estar en un ambiente escolarizado. Los niños también deben recibir un refuerzo entre los 11 y los 12.
Las recomendaciones anteriores sugerían que las mujeres se deben vacunar justo antes o justo después del embarazo para proteger a los bebés. Pero a raíz de la epidemia, los funcionarios de salud pública de California ahora están recomendado a las embarazadas hacerse vacunar.
Desde 2005, los CDC también han recomendado que adolescentes y adultos de hasta 64 reciban un refuerzo de una sola vez, porque la inmunidad de la vacuna infantil contra la pertussis se reduce con el tiempo, señaló Christina Chambers, epidemióloga y profesora de pediatría de la Universidad de California en San Diego.
La vacuna misma, conocida como triple (en inglés Tdap), generalmente incluye también refuerzo de tétano y difteria.
Sin embargo, pocos adolescentes y adultos están siguiendo las recomendaciones de los expertos, aseguró Liang. Un estudio de 2008 de los CDC halló que 40 por ciento de los adolescentes entre 11 y 12 habían recibido el refuerzo, mientras que apenas 6 por ciento de los adultos lo había hecho.
Aunque hay pocos datos explícitos sobre si la vacuna es segura para las mujeres embarazadas, no hay evidencia de que recibir la vacuna cause la enfermedad o conlleve otros riesgos. La vacuna contra la pertussis se fabrica con un virus inactivo, digamos "muerto", explicó Chambers.
"No hay datos que sugieran [que] administrar la vacuna contra la pertussis durante el embarazo sea perjudicial", aseguró Chambers, director del Programa de Información sobre Salud durante el Embarazo de California Teratogen Information Service (CTIS), que ofrece asesoría para mujeres embarazadas sobre la seguridad de la exposición a las vacunas y los medicamentos.
Chambers agregó que "aunque no es una garantía del ciento por ciento, es algo tranquilizador. Definitivamente, hay preocupación de que la madre adquiera la enfermedad y el bebé no esté protegido".
Los adultos que estarán con bebés y otros miembros de la familia también deben asegurarse de hacerse vacunar o de recibir refuerzos, señaló Dimond. "Es como poner una crisálida para evitar que la gente que entre en contacto con el bebé propague la enfermedad", comentó Dimond.
La temporada pico para la tos ferina es el final del verano y el principio del otoño. La enfermedad usualmente comienza con síntomas similares a los del resfriado común, como escurrimiento nasal, congestión y fiebre baja, para luego convertirse en tos seca y persistente, y episodios prolongados y violentos de tos que pueden causar vómito.
FUENTES: Christina Chambers, M.P.H., Ph.D, professor, pediatrics, University of California, La Jolla, Calif.; Jennifer Liang, epidemiologist, U.S. Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta; Jeff Dimond, spokesman, U.S. Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta.