Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Lo que los médicos piensan que les están diciendo a los pacientes hospitalizados y lo que esos pacientes realmente escuchan sería muy distinto.
Un estudio sobre 89 pacientes de un hospital de Estados Unidos se suma a la literatura que demuestra que los médicos y los pacientes no suelen hablar el mismo idioma cuando conversan sobre diagnósticos y tratamientos.
Durante las entrevistas a esos pacientes el día del alta hospitalaria, los autores hallaron que apenas el 18 por ciento conocía el nombre del médico principal a cargo de su atención y que sólo el 57 por ciento abandonó el centro médico sabiendo cuál era su diagnóstico.
En cambio, dos tercios de los 43 médicos entrevistados pensaron que sus pacientes conocían su nombre y el 77 por ciento, que los pacientes estaban conscientes del diagnóstico.
Los doctores Douglas P. Olson y Donna M. Windish, de la Escuela de Medicina de la Yale University, en Connecticut, publicaron los resultados en Archives of Internal Medicine.
Hallar que muchos pacientes no están seguros de cuál es el diagnóstico o cómo se llama el médico que los atendió parecería sorprendente, pero Olson aseguró que no es nuevo.
Pero el actual estudio revela también que muchos médicos piensan erróneamente que sus pacientes saben más de lo que creen. "La novedad aquí es la discrepancia entre los médicos y los pacientes. Los pacientes no están recibiendo el mensaje", agregó a Reuters Health.
Las brechas en la comunicación van más allá de los nombres y los diagnósticos.
Un cuarto de los pacientes en el estudio a los que se les había recetado un medicamento durante la hospitalización dijo que el médico nunca le había hablado al respecto. Y sólo un 10 por ciento dijo que el doctor le había comentado cuáles eran los posibles efectos adversos.
En cambio, todos los médicos entrevistados dijeron que por lo menos a veces hablaban con sus pacientes sobre las nuevas recetas; el 81 por ciento indicó que por lo menos algunas veces informaba sobre los posibles efectos secundarios.
En los últimos años, la comunidad médica se concentró en mejorar la comunicación médico-paciente. "Pero todavía existe una desconexión", señaló Olson.
Una explicación, agregó, sería que muchos pacientes hospitalizados son adultos mayores con enfermedades complejas y no un solo un diagnóstico, y la información que reciben durante la hospitalización "podría ser comprensiblemente excesiva".
La participación de la familia es importante, dijo el autor, especialmente cuando se trata de adultos mayores con problemas médicos complejos, que necesitan varios medicamentos.
FUENTE: Archives of Internal Medicine, 9/23 de agosto del 2010