Una idea que existe desde hace siglos

Personalidad no está asociada con riesgo ni evolución del cáncer

Dos grandes estudios en curso sobre gemelos en Finlandia y Suecia.

Fuente: Medlineplus

Por Amy Norton

NUEVA YORK (Reuters Health) - Las personas que son amistosas y extrovertidas tienen por lo menos algo en común con las que son más nerviosas y temperamentales: sus personalidades no influirían en el riesgo de desarrollar o morir por cáncer.

Este hallazgo, que surge de dos grandes estudios en curso sobre gemelos en Finlandia y Suecia, se suma a las pruebas que refutan la teoría de que existen personalidades más propensas a favorecer la aparición del cáncer y que la personalidad es un factor importante en la posibilidad de sobrevivir a la enfermedad.

Los autores hallaron que, entre casi 60.000 adultos participantes en dos estudios, no hubo relación entre el riesgo de desarrollar cáncer y dos tipos de personalidad: la extroversión (tendencia a ser amistoso y sociable) y el neuroticismo (tendencia a la preocupación constante, la ansiedad y la inestabilidad emocional).

Ninguna de las dos estuvo asociada con la posibilidad de supervivencia de los pacientes con cáncer, publicó el equipo en American Journal of Epidemiology.

Eso, para los pacientes oncológicos, significa que "no deberían pensar que sus personalidades habrían influido en la aparición del cáncer o su avance", escribió el equipo de Naoki Nakaya, de la Sociedad Danesa del Cáncer, en Copenhague.

El doctor James C. Coyne, coautor de un editorial sobre el estudio, coincidió. La idea de que tener "un espíritu de lucha" modificará el pronóstico es atractiva, indicó Coyne, que dirige el Programa de Oncología Conductual de la Escuela de Medicina de University of Pennsylvania, en Filadelfia.

Pero existe un costado alentador en este resultado: las personas con cáncer no deberían sentir la necesidad de "adoptar" otra personalidad. "Los pacientes no tienen que culparse cuando las cosas van mal", dijo Coyne.

La idea de que la personalidad influye en el riesgo de desarrollar cáncer existe desde hace siglos.

Pero la mayor evidencia de una relación proviene del trabajo de un equipo de investigadores de Europa, cuyos estudios en los 80 relacionaron ciertas características de la personalidad, incluida la tendencia a reprimir las emociones, con un mayor riesgo de morir por cáncer.

Desde entonces, algunos estudios pequeños revelaron asociaciones entre la personalidad y el riesgo de desarrollar cáncer o de sobrevivir a la enfermedad. Y tanto el neuroticismo y la extroversión estarían asociados de distinta manera con ese riesgo, por un lado, y con la supervivencia, por el otro.

Coyne dijo que los pacientes no deberían adoptar una determinada actitud hacia la enfermedad para prolongar la vida. "Las personas tienen derecho a estar enojadas; tienen que ser simplemente como son", finalizó el experto.

FUENTE: American Journal of Epidemiology, online 16 de julio del 2010