En casos con mala función ventricular izquierda

Contrapulsación aórtica no mejora los resultados de la angioplastia

Investigadores señalan que el procedimiento usado en casos de alto riesgo marca poco la diferencia.

Fuente: Medlineplus

Los pacientes que optaron por la colocación balón de contrapulsación aórtica antes de someterse a procedimientos para abrir las arterias obstruidas no mejoraron sus resultados, muestra una investigación reciente.

En el estudio británico participaron pacientes que se sometieron a la intervención coronaria percutánea (ICP), que incluye la angioplastia con balón y/o la colocación de una endoprótesis vascular (stent) . Los pacientes tenían una pobre función ventricular izquierda y enfermedad coronaria extensiva, lo que los ponía en mayor riesgo de isquemia (flujo sanguíneo restringido) o arritmia (ritmo cardiaco irregular) durante el procedimiento.

En estos casos de alto riesgo, una bomba de balón intraaórtica (BBIA) es una opción. La bomba se conecta a un dispositivo tipo balón que se inserta en la aorta descendente.

Los hallazgos del estudio aparecen en la edición del 25 de agosto de la Journal of the American Medical Association.

"Estudios observacionales informaron anteriormente que la inserción de BBIA electiva podría mejorar los resultados tras una intervención coronaria percutánea de alto riesgo. Hasta la fecha, no se ha demostrado esta afirmación en un ensayo aleatorio", señalaron el autor del estudio, el Dr. Divaka Perera, del King's College de Londres y colegas en un comunicado de prensa del editor de la revista.

En el estudio participaron 301 pacientes. Algunos optaron por la inserción BBIA, mientras que otros no lo hicieron. El resultado primario, que es una medida que se usa para determinar el efecto de la intervención, fue la aparición de un evento adverso cardiaco y cardiovascular mayor (MACCE, por su sigla en inglés). La muerte, el ataque cardiaco, cualquier evento cerebrovascular o más revascularización después del alta hospitalaria [hasta 28 días] se definieron como MACCE.

Los MACCE después del alta hospitalaria ocurrieron en el 15.2 por ciento de los pacientes del grupo de la bomba y en el 16 por ciento del grupo que no optó por la bomba. La tasa de mortalidad por todas las causas a los seis meses después del alta hospitalaria fue de 4.6 por ciento en el grupo de la bomba y de 7.4 por ciento en el grupo que no optó por la bomba.

"El estudio no mostró una diferencia en los MACCE luego del alta hospitalaria, por lo que no es compatible con la inserción rutinaria de BBIA electiva antes de una ICP de alto riesgo. Sin embargo, el 12 por ciento de los pacientes que se sometieron a ICP sin inserción BBIA electiva necesitaron apoyo BBIA de rescate, lo que pone de relieve la importancia de adoptar una estrategia de espera de BBIA ante una ICP de alto riesgo ", concluyeron los investigadores.


FUENTE: Journal of the American Medical Association, news release, Aug. 24, 2010