Los bebés que nacen de manera prematura o después del término tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollar parálisis cerebral, informan investigadores noruegos.
Se sabe que el nacimiento prematuro se relaciona con un mayor riesgo de parálisis cerebral, pero éste es uno de los primeros estudios que relaciona esta afección neurológica con el parto después del término, apuntaron los investigadores, aunque el incremento en el riesgo sigue siendo muy pequeño.
"Debemos distinguir entre el riesgo relativo y el absoluto", señaló el investigador principal, el Dr. Dag Moster, neonatólogo consultor de la Universidad de Bergen.
"Aunque existen diferencias estadísticas en los riesgos relativos, es importante subrayar que el riesgo absoluto es aún muy bajo y que la gran mayoría de los niños que nacen poco después de las 40 semanas no desarrollarán parálisis cerebral", destacó.
Sería apresurado recomendar una intervención en el parto según este estudio porque las mujeres que tienen un parto normal después de las 40 semanas enfrentan un riesgo muy pequeño de que su hijo desarrolle parálisis cerebral, agregó Moster.
El informe aparece en la edición del 1 de septiembre de la Journal of the American Medical Association.
Para el estudio, el grupo de Moster analizó el riesgo de parálisis cerebral en 1,682,441 niños que nacieron entre 1967 y 2001 entre las 37 y las 44 semanas, y que no tenían anomalías congénitas (defectos de nacimiento). Los datos proceden del Registro Médico de Nacimientos de Noruega y los investigadores dieron seguimiento a los niños hasta el año 2005 al vincularlos con otros bancos de datos nacionales.
Entre los que nacieron después de término, 1,938 desarrollaron parálisis cerebral, hallaron los investigadores.
Los bebés que nacieron a las 40 semanas tenían el menor riesgo de desarrollar parálisis cerebral, en comparación con los que nacieron antes o después, agregó el equipo de Moster.
Para los bebés que nacieron a las 37 semanas, el riesgo de parálisis cerebral aumentó en 90 por ciento. A las 38 semanas, el riesgo se redujo a 30 por ciento. Pero a las 42 semanas o más, el riesgo de parálisis cerebral aumentó a 40 por ciento, encontraron los investigadores.
Estas asociaciones fueron más fuertes entre los niños cuya edad gestacional era de 37 y 42 semanas. El ajuste de factores como el sexo, la edad de la madre y aspectos socioeconómicos tuvo poco efecto en estas asociaciones, apuntaron los investigadores.
Sin embargo, los mecanismos biológicos detrás de esta asociación no están claros, señaló Moster.
"Una posible explicación podría ser que el cerebro del neonato es especialmente vulnerable mientras más lejos nace el bebé de su edad gestacional de 40 semanas", dijo.
Una explicación alternativa podría ser que los fetos propensos a desarrollar parálisis cerebral sufren una alteración en cuanto al momento para nacer, lo que los hace más propensos a nacer antes o después, agregó Moster.
La Dra. Diane Ashton, subdirectora médica de March of Dimes, dijo que "estos hallazgos coinciden con los conocimientos que tenemos sobre la gestación a término".
"Entre las 39 y 49 semanas suele ser el periodo óptimo para dar a luz", señaló. (Los investigadores noruegos señalaron que los datos sugieren que "entre las semanas 39 y 41 [era el] periodo óptimo para el parto").
Ashton agregó que se necesitan más investigaciones que analicen los problemas asociados con el nacimiento después de término.
En muchos casos de parálisis cerebral, estos niños nacen con cabezas más pequeñas y un peso más bajo al nacer que los bebés normales, dijo Ashton.
"Puede que surja algún inconveniente en una etapa temprana del embarazo y, probablemente, sea lo que trastorne el momento del parto, y tal vez sea una razón por la que veamos casos de parálisis cerebral acorde con la edad gestacional", apuntó.
Pero si este no es el caso, entonces los problemas se producen al momento del parto, y las 40 semanas es el momento ideal para dar a luz a fin de evitar el riesgo de parálisis cerebral, agregó Ashton.
FUENTES: Dag Moster, M.D., Ph.D., consultant neonatologist, University of Bergen, Norway; Diane Ashton, M.D., M.P.H., deputy medical director, March of Dimes; Sept. 1, 2010, Journal of the American Medical Association.