Por Anne Harding
NUEVA YORK (Reuters Health) - Las mujeres con una cirugía ginecológica programada suelen hacerse varios análisis prequirúrgicos innecesarios.
Si bien esas pruebas (de sangre y orina, electrocardiogramas y radiografías torácicas) no son dañinas, provocan ansiedad y son muy costosos, resumió el doctor Jason D. Wright, del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Columbia University, en Nueva York.
El equipo de Wright estimó que el uso innecesario de análisis en 1.402 pacientes en dos años generó un gasto directo de más de 418.000 dólares. Es más, Wright sospecha que en otros tipos de cirugías también se piden análisis prequirúrgicos excesivos.
Cada año, el sistema de salud de Estados Unidos gasta 3.000 millones de dólares en esos análisis. "Una enorme cantidad de evidencia sugiere que la mayoría de los análisis prequirúrgicos sería innecesaria", escribió el equipo en la revista Obstetrics & Gynecology.
Las guías sobre el uso adecuado de los análisis existen desde hace años, pero se desconoce cómo las aplican los médicos.
El equipo revisó las historias clínicas de mujeres con cirugías ginecológicas realizadas en el centro entre el 2005 y el 2007.
Los autores hallaron que al 95 por ciento de las 1.402 pacientes se les habían realizado los análisis prequirúrgicos recomendados, pero que en el 90 por ciento se había indicado por lo menos un test innecesario, según las guías del Instituto Nacional de Excelencia Clínica (NICE).
Ni los 749 análisis de orina, las 407 pruebas de funcionamiento hepático o los 1.046 análisis de los factores de coagulación sanguínea fueron necesarios; lo mismo ocurrió con el 99 por ciento de las 427 radiografías torácicas solicitadas.
Sólo el 36 por ciento de los electrocardiogramas y el 29 por ciento del conteo sanguíneo completo se ajustaron a las guías "basadas en la evidencia".
Las recomendaciones varían según el paciente y la cirugía, precisó Wright. Por ejemplo, las guías no estipulan análisis prequirúrgicos para una mujer de 35 años a la que se le unirán las trompas, pero sí para una paciente de 65 años con diabetes y enfermedad cardíaca que se está preparando para una extirpación quirúrgica de un tumor ovárico.
"Los pacientes deberían tener una conversación previa con el médico sobre la preparación adecuada para la intervención, para así poder tomar una decisión común informada", finalizó el autor.
FUENTE: Obstetrics & Gynecology, septiembre del 2010