Por Anne Harding
NUEVA YORK (Reuters Health) - Utilizar terapia hormonal (TH) no previene la depresión posmenopáusica, aunque las mujeres que suspenden el uso de hormonas serían más propensas a empezar a tener síntomas depresivos.
El equipo de la doctora Marie-Laure Ancelin, del Hospital La Colombiere de Montpellier, en Francia, opina que, a partir de esos resultados, "los médicos deberían controlar el bienestar psiquiátrico y el ánimo de las pacientes cuando decide suspender la TH".
En el 2002, el estudio Women's Health Initiative demostró que, si bien la terapia de reemplazo hormonal (TRH) protegería del cáncer de colon, en realidad aumenta los riesgos cardiovasculares en las mujeres posmenopáusicas. Aun así, sigue siendo la mejor terapia para los síntomas menopáusicos, como los sofocos y la sudoración nocturna.
"Es el tratamiento de elección en más de 25 millones de mujeres que cada año comienzan la menopausia; el 80 por ciento tiene síntomas menopáusicos durante años", agregó.
El comienzo de la menopausia aumenta el riesgo de desarrollar depresión.
Según estudios recientes, el estrógeno transdérmico (administrado a través de la piel con un parche) ayudaría a tratar la depresión en la menopausia, pero los efectos "fueron mucho más débiles" en las mujeres posmenopáusicas, publicó Journal of Clinical Psychiatry.
El equipo estudió durante cuatro años a 4.069 francesas mayores de 65 años. El 15 por ciento estaba usando terapia hormonal, mientras que el 20 por ciento la había utilizado alguna vez. El 80 por ciento de las que estaban usando hormonas, recibían estrógeno por vía transdérmica, con o sin progestina.
Al inicio del estudio, una de cada cinco mujeres tenía síntomas depresivos o estaba tomando algún antidepresivo. El 17 por ciento de las participantes sin depresión al inicio de la investigación desarrolló los síntomas durante el seguimiento.
El uso de TRH no redujo el riesgo femenino de desarrollar esos síntomas. Pero las mujeres que abandonaron las hormonas en los dos años siguientes al inicio del estudio fueron casi tres veces más propensas a comenzar a sentir síntomas depresivos.
En tanto, las usuarias de la combinación transdérmica de estrógeno y progestina fueron un 60 por ciento más propensas a desarrollar depresión que las que no usaron TRH.
FUENTE: Journal of Clinical Psychiatry, publicado online 10 de agosto del 2010