Fabiola Czubaj
Quienes buscan una esperanza de curación en Internet porque acaban de recibir un diagnóstico grave suelen encontrarse con una variada oferta de terapias con células madre, presentadas como milagrosamente exitosas para grandes y chicos con cualquier enfermedad. Pero, ¿qué es lo que hoy se puede curar realmente con esas células capaces de regenerar tejidos?
Por ahora, mientras la investigación avanza en el mundo, sus aplicaciones clínicas sin riesgos para la salud están limitadas, fundamentalmente, al tratamiento de enfermedades de la sangre, como las leucemias, algunas anemias, los linfomas o las alteraciones congénitas del metabolismo.
"Y hay evidencias de los beneficios para el tratamiento de algunos problemas de la piel, como las quemaduras graves, y de la córnea. Pero para las enfermedades del cerebro, el corazón, el riñón, el páncreas, el hígado, los músculos, el pulmón y otros órganos, todavía no tenemos prueba alguna de que funcionará el trasplante de células madre en los seres humanos", precisó el doctor Lawrence Goldstein, miembro del Grupo de Trabajo sobre Tratamientos No Probados de la Sociedad Internacional de Investigación con Células Madre (Isscr, por sus siglas en inglés) y director del Programa de Células Madre de la Universidad de California en San Diego (UCSD).
Dado el aumento de clínicas y médicos que están ofreciendo vía Internet tratamientos universales para curar enfermedades graves y que no cuentan con respaldo científico, la Isscr decidió lanzar un sitio online en www.closerlookatstemcells.org para que la comunidad y los profesionales puedan acceder a información que cuenta con consenso científico internacional, una garantía necesaria hoy día para no quedar expuestos a los riesgos del uso no probado de estas células.
Además, se le puede pedir a la entidad que verifique si un tratamiento ofrecido en algún centro o por un médico está adecuadamente regulado.
"La información de enfermedades humanas que se obtiene de modelos animales sobre la utilidad de las células madre sólo está emergiendo. Por eso, es importante aclararle a la población que algunos de los experimentos que se realizan en animales con células humanas no son aplicables por completo en los seres humanos porque el rechazo inmunológico es muy distinto", agregó Goldstein, que participó del Simposio Dr. Luis Agote de Medicina Transfusional del Bicentenario, organizado por la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología (AAHI) y que finaliza hoy en esta ciudad.
E insistió: "Que algo funcione bien en un animal no es suficiente para ofrecérselo a los pacientes -dijo a LA NACION-. Hay terapias que se están comercializando y ni siquiera fueron probadas en animales. Durante todos estos años aprendimos que es mucho lo que desconocemos, por eso realizamos pruebas clínicas antes de lanzar las terapias al público".
En Francia, por ejemplo, en un ensayo bien diseñado para tratar a chicos con inmunodeficiencia combinada grave, o "niños de la burbuja", un equipo les extrajo células madre, las alteró genéticamente para curar la enfermedad y las reimplantó. Goldstein recordó que eso les curó la enfermedad a los chicos, pero "un cuarto de ellos desarrollaron leucemia, porque la alteración genética volvió a las células susceptibles de desarrollar ese cáncer de la sangre".
Y si en ese camino se pide dinero a cambio, hay que desconfiar. "En un ámbito formal de ensayo clínico, no es común que quien ofrece el tratamiento experimental lo cobre", advierte la Isscr en su sitio online .
Y en cuanto al uso de células madre de cordón umbilical, con las que se tratan las enfermedades de la sangre, los especialistas recomiendan la donación a bancos públicos, porque las posibilidades de que un hijo necesite alguna vez las propias van desde 1 en 1000 hasta 1 en 20.000, apuntó el doctor Fernando Pitossi, coordinador del Consorcio de Investigación en Células Madre de la Argentina. "Estadísticamente, eso sería tener cero posibilidad", indicó la doctora Ana del Pozo, directora del Banco Público de Sangre de Cordón en el hospital Garrahan y presidenta del simposio de la AAHI.
"Sí -confirmó Goldstein-, es un número muy pequeño. Y los dos motivos más importantes son que en muchos pacientes no se utilizan las células propias de cordón por el defecto genético que tendrían esas células, por lo que se necesita que sean de otro donante. La segunda es algo que no se sabe: la cantidad de células que se obtienen de un solo cordón umbilical alcanza sólo para tratar a un chico pequeño. Un adulto necesitaría las unidades de dos o tres cordones, es decir, de más de un bebe."
Finalmente, el experto norteamericano concluyó: "La Argentina tiene investigación sólida en el campo de las células madre que merece gran apoyo. La calidad de la comunidad científica es altísima, pero históricamente sin fondos suficientes. Y esto debe cambiar si se quiere competir exitosamente con el resto del mundo".
LO QUE HAY QUE SABER
Existen distintas clases de células madre, cada una con objetivos propios.
Hay que tener cuidado con las clínicas que ofrecen tratamientos con células madre que se originan en una parte del cuerpo distinta de la que recibirá el tratamiento.
Un único tratamiento no dará resultado en múltiples enfermedades no relacionadas.
Hasta ahora existen muy pocos tratamientos con células madre ampliamente aceptados.
El solo hecho de que la gente diga que las células madre los ayudaron no significa que así sea.
El mero hecho de que las células madre provengan de nuestro cuerpo no significa que sean seguras.
Un tratamiento experimental que se comercializa no es sinónimo de ensayo clínico.
La oferta de tratamientos contra numerosas enfermedades mediante el uso de un único tipo de célula es un indicio importante de que esa clínica no puede ser creíble.
Lleva tiempo desarrollar nuevos tratamientos porque la ciencia, en sí, es un proceso largo y complejo.
Desconfíe de las afirmaciones que sostienen que las células madre sabrán, de algún modo, dónde ir y qué hacer para tratar una enfermedad específica.