Cuando las personas que tienen enfermedad renal crónica y diabetes tipo 2 toman ciertos medicamentos para la anemia, el nivel de hemoglobina en la sangre debería aumentar.
Sin embargo, un estudio reciente halla que si esos niveles no aumentan por mucho, estas personas que responden mal están en riesgo significativamente superior de problemas cardiacos y muerte.
En su informe de la edición del 16 de septiembre de la New England Journal of Medicine, un equipo internacional de investigadores asegura que los que tuvieron la peor respuesta a los agentes estimulantes de la eritropoyesis (AEE), medicamentos entre los que se cuentan Aranesp, Epogen y Procrit, presentaron un aumento de 31 por ciento en el riesgo de complicaciones cardiovasculares y un aumento de 41 por ciento en el riesgo de muerte.
"Para la gente que tienen enfermedad renal crónica, me parece que esto es más evidencia de que tenemos que ser extremadamente cuidadosos cuando usamos los AEE. Hay potencial de daño. Los pacientes que no responden bien son los que reciben la mayor cantidad del medicamento. Podríamos estarlos poniendo en mayor riesgo", aseguró el Dr. Scott. D. Solomon, profesor asociado de la Facultad de medicina de la Harvard y director de cardiología no invasiva del Brigham and Women's de Boston, autor líder del estudio.
"Lo que no podemos determinar a partir de este estudio es si los pacientes tuvieron peores resultados porque estaban más enfermos al comenzar, porque recibieron más del medicamento o por alguna combinación de ambas cosas", agregó Solomon.
Cuando alguien tiene enfermedad renal, los riñones podrían dejar de producir suficiente eritropoyetina, una hormona, para prevenir la anemia, una deficiencia de glóbulos rojos. Entre los síntomas de anemia se encuentran fatiga y piel pálida. Además, puede contribuir a la enfermedad cardiaca, según el Instituto Nacional sobre la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y del Riñón de EE. UU.
Los AEE fueron desarrollados para reemplazar la eritropoyetina faltante de los pacientes renales y para estimular la producción de glóbulos rojos. Sin embargo, estos medicamentos pueden causar complicaciones graves y hasta potencialmente mortales para algunos pacientes. Debido a esto, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos exige a los fabricantes incluir una advertencia sobre los riesgos.
El estudio actual es un análisis secundario de otro realizado al azar, doble ciego y controlado por placebo en 24 países entre 2004 y 2009. Los voluntarios del estudio, 1,872 en total, tenían diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica.
Los voluntarios del estudio fueron asignados al azar para revisar 0.75 mcg de darbepoetina alfa (Aranesp) por kilogramo de peso corporal o un placebo. Entre las personas que no respondieron bien a la dosis inicial del fármaco, se repitió la dosis luego de dos semanas. Según el estudio, luego de eso, se monitorizaron los niveles de hemoglobina y se ajustaron las dosis según los niveles individuales de hemoglobina.
En el análisis inicial de estos voluntarios del estudio, los investigadores no hallaron reducción en el riesgo de muerte problemas renales o cardiovasculares entre los que tomaron el medicamento, frente a los que tomaron el placebo. Sin embargo, sí vieron un aumento significativo en el riesgo de accidente cerebrovascular. Solomon aseguró que hubo un aumento ligero "poco impresionante" en la calidad de vida de los que tomaron AEE.
Al mismo tiempo, otros estudio han estado hallando un aumento en el riesgo de problemas cardiacos entre quienes toman estos medicamentos. El equipo de Solomon quería saber por qué algunas personas podrían estar en mayor riesgo que otras.
En un subanálisis del estudio inicial, dividieron el grupo en cuatro grupos más pequeños según su respuesta a la darbepoetina alfa, que es como hallaron el aumento en el riesgo de muerte y eventos cardiovasculares entre quienes no respondieron bien al medicamento.
Solomon asegura que considera que este efecto probablemente se verían en otras AEE, no solo en la darbepoetina alfa. Amgen, fabricante de Aranesp, proporcionó fondos para el estudio.
"Este estudio ayuda a clarificar parte de la confusión de estudios anteriores. Cuando se aísla a los que tuvieron problemas, se encuentra que fueron los que no respondieron a los AEE. Creo que esto ayuda a aclarar cómo usar los AEE. Si veo que usted no responde, podría tratarse de otro problema que usted tenga. Necesito darle atención especial porque usted está en mayor riesgo de resultados inadecuados", aseguró el Dr. Robert Provenzano, presidente del departamento de nefrología del St. John Providence Health System de Detroit.
Pero si usted responde normalmente a los AEE, dijo, los medicamentos podrían mejorar su calidad de vida cuando se ajustan para mantener sus niveles de hemoglobina entre 10 y 12.5 mg/dl.
Solomon aseguró que no estaba seguro si este modesto beneficio observado en los pacientes valía la pena el aumento potencial del riesgo de accidente cerebrovascular. Provenzano refutó diciendo que esa decisión necesita ser individualizada según los efectos de la anemia, así como con otros aspectos de la vida del paciente.
Si usted toma este medicamento, Provenzano sugirió que pregunte a su médico su usted es de los que responde bien o si es de los los del grupo de alto riesgo.
FUENTES: Scott Solomon, M.D., director, noninvasive cardiology, Brigham and Women's Hospital, and associate professor, medicine, Harvard Medical School, Boston, Mass.; Robert Provenzano, M.D., chair, nephrology, St. John Providence Health System, Detroit, Mich.; Sept. 16, 2010, New England Journal of Medicine.