Parece que el trastorno autoinmune conocido como enfermedad celíaca está aumentando, sobre todo entre los estadounidenses de edad avanzada, sugiere una nueva investigación.
Investigadores de Estados Unidos e Italia encontraron pruebas de que las tasas de incidencia general de la enfermedad, marcada por la intolerancia al gluten, un complejo de proteínas que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno, se han duplicado cada 15 años desde 1974.
Los hallazgos fueron publicados en la edición en línea del 27 de septiembre de Annals of Internal Medicine por el autor principal, el Dr. Carlo Catassi, de la Universita Politecnica delle Marche en Ancona, Italia, que también se desempeña como codirector del Centro de Investigación Celíaca de la Facultad de medicina de la Universidad de Maryland.
Los autores del estudio apuntaron que no está claro qué hace que una persona desarrolle la enfermedad. La genética parece tener un papel, y algunas personas nacen con esta enfermedad. Sin embargo, la predisposición genética no siempre se traduce en la enfermedad en sí, porque otros que no tienen esta predisposición pueden desarrollar intolerancia al gluten.
También se cree que factores medioambientales figuran en la ecuación, aunque se desconoce por qué, señalaron Catassi y colegas.
Para controlar mejor la afección, los investigadores tomaron muestras de sangre de más de 3,500 adultos. Los investigadores encontraron que la proporción de personas que tenían marcadores sanguíneos para la enfermedad aumentó de manera continua de uno por cada 501 individuos en 1974 a uno de cada 219 en 1989.
Los investigadores también hicieron referencia a un estudio de 2003 que fijó la tasa de incidencia en aproximadamente uno de cada 133 estadounidenses.
Los investigadores también encontraron que a medida que los participantes del estudio envejecían, aumentaba la tasa de la enfermedad. Este resultado es similar al de un estudio finlandés anterior que sugirió que la enfermedad celíaca parece ser dos veces y medio más común en las personas mayores que en la población general. Esto contradice la creencia anterior de que la intolerancia al gluten suele tener lugar durante la infancia, señalaron los investigadores.
"Uno no nace necesariamente con enfermedad celíaca", destacó Catassi en un comunicado de prensa de la Universidad de Maryland. "Nuestros hallazgos muestran que algunas personas desarrollan enfermedad celíaca muy tarde en la vida".
Según los hallazgos, los investigadores sugieren que los médicos deben estar atentos a los signos de la enfermedad entre los pacientes de edad avanzada. Los síntomas pueden incluir diarrea, distensión intestinal y calambres en el estómago, y en algunos casos dolor en las articulaciones, fatiga crónica y depresión. Si no se trata, la afección puede conducir a la aparición de problemas de absorción de nutrientes y daños en el intestino delgado, apuntaron los investigadores.
Los trastornos inmunes, que afectan entre el 5 y 8 por ciento de los estadounidenses, son la tercera categoría más común de enfermedad, luego del cáncer y la enfermedad cardiaca, destacaron los investigadores.
FUENTE: University of Maryland School of Medicine, news release, Sept. 27, 2010.