Edwards posa con la primera 'niña probeta', Louise Brown, junto a su madre y su hijo. | Foto: AFP
Cristina de Martos | Madrid
Robert Edwards ha sido el ganador del Premio Nobel de Medicina y Fisiología, concedido por el Instituto Karolinska de Suecia, por el "desarrollo de la fecundación 'in vitro'", según el comunicado de la organización.
Entre los favoritos este año sonaban los nombres de Douglas Coleman del Laboratorio Jackson en Bar Harbor (Maine) y Jeffrey Friedman de la Universidad Rockefeller (Nueva York), por su descubrimiento de la leptina -hormona relacionada con el apetito y la obesidad-.
David Pendlebury, experto de la agencia Thomson Reuters en el galardón sueco, también señaló como favoritos a los descubridores de las células madre Ernest McCulloch y James Till, del Instituto del Cáncer de Toronto, y al investigador japonés Shinya Yamanaka, que en 2006 creó la primera célula de pluripotencialidad inducida (iPS), ideando la reprogramación celular.
Pero finalmente el premio, dotado de 10 millones de coronas suecas (1,08 millones de euros), ha recaído sobre Robert Edwards, antiguo investigador de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), que en 1968 realizó junto a Patrick Steptoe la fertilización de un óvulo humano fuera del organismo de la mujer. Éste sería el primer paso hacia la fecundación 'in vitro' que daría lugar a la primera niña probeta del mundo, Louise Brown, en 1978.
Steptoe falleció dos décadas después de lograr la fecundación artificial -por eso no se le ha otorgado el Nobel- pero el trabajo que llevó a cabo con Edwards ha recibido numerosos galardones, entre ellos el prestigioso Premio Albert Lasker de Investigación Médica en 2001. Desde entonces, el investigador británico ha permanecido en un segundo plano.
Sin el apoyo del estado
Los trabajos de Edward, de 85 años, comenzaron en 1960 con el estudio de la fertilización humana. Ocho años después, él y su colega Steptoe, ginecólogo del Hospital General de Oldham (Reino Unido), fueron capaces de fecundar un óvulo un el laboratorio y desarrollaron un medio de cultivo que permitía esta reacción 'in vitro'.
La cuestión de la reproducción artificial era, a principios de los 70, un tema cargado de polémica. Buena parte de la sociedad y de la comunidad científica se oponía a estas investigaciones y acusaban a sus responsables de querer jugar a ser dioses. Ni siquiera estaban bien vistas desde el punto de vista práctico ya que el problema entonces era la superpoblación no la infertilidad.
De hecho, dos años de después de fertilizar con éxito el primer óvulo humano en el laboratorio, Edwards y Steptoe buscaron dinero pública para llevar a cabo su proyecto. En febrero de 1971 enviaron una solicitud de financiación al Medical Reaserach Coincil para un programa de investigación sobre la reproducción humana pero fue rechazada. Sus trabajos continuaron gracias a donaciones privadas.
A pesar de los contratiempos iniciales, el legado de Edwards ha permitido el nacimiento de más de cuatro millones de niños gracias a las técnicas de reproducción asistida. Su nombre se suma a la larga lista de premiados por la academia sueca a la que se han incorporado en los últimos años Elizabeth Blackburn, Carol Greider y Jack Szostak, por sus trabajos sobre la telomerasa, o Luc Montagnier, Francoise Barre-Sinoussi y Harald Zur Hausen, padres del VIH y el VPH.
Nobel de Medicina para uno de los padres de la fecundación in vitro
El Instituto Karolinska destaca que este tratamiento contra la infertilidad desarrollado por Robert Edwards, junto a Patrick Steltoe, ya fallecido, supone "un hito en la medicina moderna".- Gracias a la terapia, más de cuatro millones de niños han nacido en el mundo
ELPAIS.com - Sociedad
El científico británico Robert Edwards (Manchester, 1925) es el ganador del Premio Nobel de Medicina 2010 por "el desarrollo de la terapia de la fecundación in vitro", que ha supuesto un "hito en la medicina moderna", según ha anunciado hoy el Instituto Karolinska. "Sus hallazgos han hecho posible el tratamiento de la infertilidad, un problema médico que afecta a una importante parte de la Humanidad, incluyendo a más del 10% de las parejas del planeta", ha destacado el citado instituto.
En 1977, Robert Edwards, junto a su colega Patrick Steltoe, lograron la hazaña de la concepción de un bebé en una probeta: extrajeron el óvulo de una mujer con una lesión en las trompas de Falopio y lo fertilizaron en una probeta con esperma de su esposo. El embrión resultante fue transferido al útero de la mujer y nueve meses después, el 25 de julio de 1978, nació la pequeña Louise Brown, la primera niña probeta. Este hito abrió las puertas a una nueva era en la reproducción humana. El método hoy en día está generalizado y supone una vía segura para superar la infertilidad que ha permitido a millones de parejas tener hijos. En total, se calcula que hay más de cuatro millones de niños y niñas nacidas gracias a la fecundación in vitro.
Ambos científicos siguieron adelante en sus investigaciones pese a la oposición de la Iglesia, Gobiernos y buena parte de los medios de comunicación, además de tener que hacer frente al escepticismo de sus propios colegas de profesión. También tuvieron problemas para encontrar financiación pública de sus trabajos, por lo que tuvieron que recurrir a donaciones privadas.
Steptoe falleció en 1988, una década después del nacimiento del primer niño fruto de sus investigaciones, y su colega, Edwards, ha logrado el reconocimiento por el trabajo de ambos a través de la concesión del Premio de Investigación Médica Albert Lasker en 2001 y ahora el Premio Nobel de 2010.
La rueda de prensa de los portavoces del Instituto Karolinska en la que se ha anunciado el nombre del ganador ha estado marcada en gran medida por la polémica generada por la filtración del nombre de Edwards como galardonado, publicado por el diario sueco Svenska Dagbladet. Durante la rueda de prensa, los portavoces del Instituto han indicado que Edwards no se encuentra bien de salud en estos momentos, por lo que no han podido hablar con él directamente, pero que su esposa les ha trasmitido que está "encantado" con la concesión del premio.
El Nobel de Medicina está dotado con 10 millones de coronas suecas (1,1 millones de euros) y se entregará el 10 de diciembre, coincidiendo con el aniversario de la muerte del fundador de los galardones, Alfred Nobel. Con el anuncio del Nobel de Medicina se abre la ronda de estos galardones, que seguirá entre el martes y el viernes con los correspondientes a Física, Química, Literatura y de la Paz, respectivamente, y se cerrará el lunes siguiente con el de Economía.
El País, Madrid