Por Frederik Joelving
NUEVA YORK (Reuters Health) - Los farmacéuticos pueden hacer mucho más por sus clientes que venderles remedios. Según dos nuevos estudios, por ejemplo, los pueden ayudar a controlar la presión alta, que aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o un infarto cardíaco.
"La hipertensión es una enfermedad muy frecuente en nuestro país", dijo el farmacéutico Michael E. Ernst, coautor de uno de los estudios realizados en Estados Unidos. "A pesar de una gran cantidad de fármacos efectivos, seguimos teniendo personas hipertensas que no logran sus valores meta", añadió.
Pero cuando los farmacéuticos trabajaron codo a codo con los médicos, la cantidad de pacientes que lograron esos niveles recomendados de presión aumentaron de la mitad a tres cuartos.
"Los farmacéuticos tienen la capacidad y el entrenamiento necesario para participar en el manejo de estos pacientes", dijo Ernst, de University of Iowa.
Para probarlo, el equipo de Ernst convocó a 179 pacientes con presión alta de cinco clínicas de la ciudad de Iowa.
En el caso de 100 de esos pacientes, todos elegidos al azar, los farmacéuticos trabajaron con los médicos para encontrar el mejor tratamiento farmacológico, mientras que el resto recibió la atención tradicional.
A los nueve meses, los pacientes tratados con el equipo médico-farmacéutico lograron una reducción de 29 puntos en la presión sistólica (de 153 a 124), que es el valor máximo de la presión sobre las paredes de los vasos. Los valores normales de presión son de alrededor de 120/80.
En el grupo control, la reducción fue de 17 puntos en promedio, lo que descendió el valor máximo en 133.
Ernst dijo que los farmacéuticos ayudaron a los médicos más ocupados en una segunda mirada a la presión de cada paciente.
"Los pacientes suelen tener varias enfermedades y algunas son más graves que la hipertensión", dijo Ernst a Reuters Health.
FUENTE: Archives of Internal Medicine, 11 de octubre del 2010, y Diabetes Care, online 7 de octubre del 2010