Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Los bebés tratados con antibióticos por infecciones, como la de oído medio, tienen más posibilidad de desarrollar enfermedad intestinal inflamatoria (EII) en la niñez.
Un equipo de Canadá halló que al 56 por ciento de 36 niños con colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, que son las dos principales EII, se le había recetado por lo menos un tratamiento con antibiótico el primer año de vida. En cambio, sólo el 39 por ciento de 360 niños sin EII (grupo de control) había tomado antibióticos el primer año de vida.
Los resultados, publicados en American Journal of Gastroenterology, no prueban que el uso precoz de esos fármacos cause EII en algunos niños. Pero respaldan la teoría de que la alteración temprana del equilibrio entre las bacterias "buenas" y "malas" en los intestinos favorece la aparición de la EII.
Tanto la colitis como la enfermedad de Crohn se caracterizan por una inflamación crónica de los intestinos, con síntomas como dolor abdominal y diarrea. Surgen por una respuesta inmunológica excesiva contra el tejido intestinal, aunque se desconoce la causa de esa reacción.
Existe una influencia genética en la EII, dado que puede afectar a familias. Pero los expertos opinan que, en algunos casos, los disparadores ambientales (dieta, infecciones o exposición al humo de tabaco) se combinan con la predisposición genética.
El nuevo estudio sería el primero en asociar el uso temprano de antibióticos con la EII infantil. Pero su diseño no permite concluir una relación causa-efecto, dijo a Reuters Health el doctor Charles N. Bernstein, de la University of Manitoba, en Winnipeg.
El equipo de Bernstein analizó las historias clínicas de 36 niños con colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn diagnosticadas entre 1996 y el 2008, a los 8 años de edad. Se comparó a cada niño con 10 sin EII de la misma edad, sexo y lugar de residencia.
Los niños que habían sido tratados con antibióticos en el primer año de vida tuvieron tres veces más riesgo de desarrollar EII que el grupo que no había recibido ese tratamiento. Aun así, Bernstein opinó que el riesgo absoluto de que un niño desarrolle EII sería limitado.
En Estados Unidos, 1 millón de personas padece EII y cada año se diagnostican 10 casos por cada 100.000 habitantes.
Por ahora, Bernstein dijo que los resultados son un recordatorio "para evitar el uso indiscriminado de antibióticos" y que los padres deberían saber que esos fármacos no son necesarios para tratar las infecciones respiratorias.
En cuanto a las infecciones del oído medio, que son tan comunes en la infancia, la Academia Estadounidense de Pediatría advierte que el 80 por ciento de los niños mejora sin antibióticos. Las guías de manejo de la enfermedad indican esperar 48-72 horas cuando los síntomas no son graves para evaluar el curso de la infección.
FUENTE: American Journal of Gastroenterology, online 12 de octubre del 2010