Por C. Vidya Shankar
NUEVA YORK (Reuters Health) - Contrariamente a lo que indicaban algunos informes, el micoplasma genital es una causa poco común de enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) en las mujeres, según mostró un nuevo estudio británico.
El micoplasma representa menos del 4 por ciento de las EIP en las mujeres, comparado con el 25 por ciento en el caso de la clamidia, indican investigadores en la edición del 15 de noviembre de la revista Clinical Infectious Diseases.
"No existen dudas de que el M. genitalium causa uretritis en los hombres y en las mujeres, y hay cada vez más evidencia de que provoca cervicitis en las mujeres", dijeron a Reuters Health los doctores Pippa Oakeshott, de la St. George's University en Londres, y Jorgen Jensen, del Statens Serum Institut en Dinamarca.
"M. genitalium probablemente provoca enfermedad inflamatoria pélvica, pero no logramos confirmarlo definitivamente en nuestro estudio", añadieron. Las personas sintomáticas y sus parejas deberían tratarse. "Pero no está claro si esto es beneficioso para prevenir secuelas", agregaron los expertos.
Mientras que la clamidia y la gonorrea son causas comunes de EIP, en dos tercios de los pacientes no se logran aislar los organismos causantes de la inflamación. La M. genitalium o micoplasma representaría algunos de estos casos sin diagnosticar, hipotetizaron los expertos, basados en las similitudes entre la clamidia y el micoplasma.
Para probar su hipótesis, la doctora Oakeshott y su equipo observaron las infecciones por clamidia y micoplasma en 2.378 estudiantes mujeres de universidades de Londres entre el 2004 y el 2008.
Se tomaron muestras vaginales a las participantes y se les pidió que informaran síntomas de EIP a través de un cuestionario, además de alentarlas a repetir el análisis.
La prevalencia inicial de M. genitalium fue del 3,3 por ciento en 78 mujeres que arrojaron resultados positivos.
Después de un año de seguimiento, la incidencia de EIP era del 3,9 por ciento entre las pacientes que inicialmente habían dado positivo a micoplasma y del 1,7 por ciento en el grupo negativo. No obstante, las diferencias no fueron estadísticamente importantes.
De las 900 mujeres que repitieron la toma de muestras, once arrojaron resultados positivos nuevos en micoplasma y siete aún tenían la infección. La incidencia anual durante el seguimiento fue del 0,9 por ciento, según estimaron los expertos.
La vaginosis bacteriana y haber tenido dos o más parejas en el año previo eran factores de riesgo independientes de infección por micoplasma.
Oakeshott reconoció que la principal limitación del estudio fue el tamaño pequeño de la muestra y el uso de un cuestionario para diagnosticar la EIP.
En lugar de un control poblacional del micoplasma, las pruebas selectivas para los grupos en alto riesgo y los casos sospechosos de EIP serían una opción viable, recomendó el equipo.
"La infección con M. genitalium en las mujeres sería 'la nueva clamidia' en algunos aspectos, aunque es menos común que la clamidia entre las mujeres reclutadas fuera de instalaciones médicas y menos proclive a causar EIP", concluyeron Oakeshott y colegas.
FUENTE: Clinical Infectious Diseases, 15 de noviembre del 2010