Valeria Musse / Corresponsalia La Plata
LA PLATA.- Un estudio llevado a cabo en las guardias de urgencia de tres hospitales públicos bonaerenses alertó a la población médica: sólo el 25% de los casos de intento de suicidio se había tratado como tal en un primer momento y, por consiguiente, había recibido la ayuda psicológica a tiempo.
Los resultados, obtenidos entre 2007 y 2008, no quedaron desactualizados desde entonces y el bajo porcentaje se mantiene por estos días, contó a La Nacion uno de los encargados de llevar adelante el trabajo, Juan José Fernández, especialista en psiquiatría infantojuvenil del hospital provincial Meléndez, de Adrogué.
El doctor fue contundente: "Un intento de suicidio no tratado oportunamente deriva en un próximo reintento. Es así como uno de cada tres personas lo repite, y cada vez con mayor letalidad hasta lograr su «objetivo», dentro de los primeros tres meses de sucedido el primer experimento".
Fernández explicó que esta realidad "no es un problema de los profesionales de emergentología, sino que no han sido preparados correctamente para ahondar en las causas de por qué una persona que ingresa a atenderse presenta cortes en las muñecas o dice haberse caído de mucha altura".
El director de Salud Mental bonaerense, Aníbal Areco, habló sobre esta situación a La Nacion. "A raíz de esta revelación es que estamos comenzando a capacitar a los médicos de urgencia para que puedan dar respuestas ante este tipo de casos, reconocer los signos típicos del paciente que ha atentado contra su vida y trabajar de manera coordinada con el área mental", dijo.
En pos de mejorar la prevención, los profesionales destacaron también la importancia de implementar charlas con docentes, porque muchas veces es en el ámbito del aula donde se pueden detectar los casos potenciales, y con las familias para iniciar tratamientos de manera oportuna.
El trabajo que derivó en la anterior conclusión partió del estudio sobre criterios de internación en suicidio adolescente que se llevó a cabo en los servicios de Salud Mental de los hospitales Lucio Meléndez, Evita de Lanús y Santamarina de Esteban Echeverría.
Sólo durante 2007 y 2008 se relevaron 539 consultas por intentos de suicidio adolescente. La investigación, que fue premiada por la Asociación Neuropsiquiátrica Argentina (ANA), registró que fueron los jóvenes de entre 17 y 21 años los que más se presentaron a las guardias debido a lesiones autoinfligidas.
El trastorno bipolar y la depresión maniacodepresiva fueron las principales causas que llevaron a los jóvenes a tomar tal drástica decisión. Luego, la depresión y los trastornos de ansiedad, con una proporción similar entre ambos géneros.
La muestra reveló que el método más frecuentemente utilizado fue la intoxicación con medicamentos, sobre todo psicofármacos. "Ese estresor, sumado a la ingesta de alcohol, puede desatar en el chico que tiene un problema mental previo un intento de suicidio", explicó Fernández.
Como ocurre en cada verano en la costa atlántica, los grupos de jóvenes abusan de las bebidas alcohólicas, e incluso las mezclan con fármacos, y deben ser atendidos intoxicados en los centros de salud locales. Para evitar que ese problema pueda atentar aún más contra los adolescentes -aquellos que sufran de alguna patología mental- el Ministerio de Salud provincial dispuso un plan especial.
Así lo confirmó a La Nacion el titular de esa cartera, Alejandro Collia. "Sumaremos a las guardias de los hospitales del Partido de la Costa profesionales de la salud mental, que brindarán asistencia y contención específica para esta etapa tan compleja de la vida. Además, ante un caso de intoxicación con sustancias psicoactivas se derivará al paciente que viva en Buenos Aires a un hospital cerca de su lugar de residencia", agregó el funcionario.
Signos que justifican una consulta
LA PLATA.- Juan José Fernández, especialista en psiquiatría infanto- juvenil, recomendó efectuar una consulta siempre que un niño o adolescente presente cambios bruscos en el humor, tendencia al aislamiento, fallas y desinterés en la escuela -sobre todo cuando empieza a decrecer su buen nivel académico-, descuida su apariencia, regala sus pertenencias más preciadas y hay antecedentes familiares de suicidio. "También es importante que si un amigo o compañero de escuela escucha hablar a otro de una manera melancólica que deja entrever la posibilidad de quitarse la vida, lo cuente a su maestra o a los padres del joven", indicó el doctor Fernández.
Estudio bonaerense / Evaluó el trabajo en las guardias
Déficit en la atención del suicidio
Sólo el 25% de los que acuden a hospitales tras un intento recibe tratamiento psicológico.
Fuente: La Nación