Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - La mayorías de las personas con inflamación en el tendón de Aquiles, una lesión común por sobreuso, se recuperaría con terapia física únicamente.
La recuperación total demora bastante porque los tendones curan lentamente, pero cumplir una rutina de ejercicios evitaría tratamiento más invasivos, como inyecciones en las articulaciones o cirugía.
Un nuevo estudio sobre apenas 34 pacientes halló que el 80 por ciento de aquellos tratados con terapia física por tendinopatía de Aquiles durante entre tres y seis meses se recuperaron sin otro tratamiento, aunque algunos desarrollaron nuevos síntomas en los años posteriores.
Otros siete pacientes (el 20 por ciento) siguieron con dolor u otros síntomas, pero en tres fueron leves y sólo uno buscó otro tratamiento.
La tendinopatía o tendinitis de Aquiles es una lesión en el tejido que conecta los músculos gemelos con el hueso del talón. Es una de las lesiones deportivas más comunes por sobreuso: una de cada 10 lesiones en atletismo, por ejemplo.
La terapia física es efectiva, en especial los ejercicios excéntricos, en los que los músculos gemelos se contraen al extenderse, como al parase sobre el antepié y volver a apoyar los talones lentamente.
Una recomendación frecuente es hacer terapia física durante tres meses; si no se recuperan, hay que considerar otras opciones. Pero esta es una recomendación bastante arbitraria, según estudios sobre esa ventana terapéutica.
En la vida real, tres meses es muy poco tiempo para una recuperación total, opinó Karin Gravare Silbernagel, fisioterapista y autora principal del estudio.
Los tendones lesionados necesitan de "carga mecánica" (ejercicio) para curar, indicó Silbernagel, de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, y de la University of Delaware, en Estados Unidos. "Pero sabemos también que la curación de un tendón puede demorar un año", agregó.
Si se le da tiempo a la terapia física, muchos pacientes con tendinopatía de Aquiles mejorarían, indicó Silbernagel. Es más, no deben abandonarse las actividades diarias durante el proceso de recuperación.
El estudio, publicado en American Journal of Sports Medicine, consistió en un seguimiento a cinco años de un grupo pequeño de pacientes.
Tras esos cinco años, el 65 por ciento no tenía síntomas de la lesión original y el 15 por ciento (cinco pacientes) de los recuperados desarrolló nuevos síntomas. Un solo paciente de este segundo grupo recibió un nuevo tratamiento físico.
"Lo importante es que el ejercicio es una terapia con la que se puede lograr la recuperación total", dijo Silbernagel.
FUENTE: American Journal of Sports Medicine, online 17 de noviembre del 2010