Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un nuevo estudio sugiere que las personas solteras o divorciadas serían de algún modo más aptas físicamente que los casados.
Tras seguir a unos 8.900 adultos durante varios años, los autores hallaron que los hombres y las mujeres que se casaron tendieron a perder aptitud cardiovascular, según test en cintas para caminar.
En cambio, los hombres que se divorciaron durante el estudio mejoraron sus niveles de aptitud física.
Los resultados, publicados en American Journal of Epidemiology, no prueban que el cambio de estado civil modifique directamente la aptitud para bien o para mal.
Aun así, el equipo sostiene que los resultados respaldan la idea de que una vez que la gente se casa y, se presume, abandona las citas, tiende a abandonarse un poco. Pero, si sigue soltera o se divorcia, tiene un incentivo para hacer ejercicio.
En el estudio, el cambio del estado civil estuvo asociado sólo con pequeñas alteraciones de la aptitud física, dijo el doctor Francisco B. Ortega, del Instituto Karolinska de Estocolmo, en Suecia.
Ortega explicó que la aptitud depende de una combinación compleja de factores, como la genética, el ejercicio, la composición corporal y la salud general. Pero si los recién casados saben que su aptitud física podría disminuir, el equipo opina que prestaría más atención al ejercicio.
Los resultados surgen de 6.900 hombres y 1.971 mujeres seguidos durante tres años en la Clínica Cooper, en Dallas. A todos se les hicieron estudios físicos, respondieron sobre el estilo de vida y se les efectuaron test en cintas de caminar para medir la aptitud física.
En cuanto al estado civil, el equipo halló que las mujeres solteras durante el estudio tuvieron un leve aumento de la aptitud física con el tiempo. Eso no se observó en las mujeres que se casaron.
En tanto, los hombres que se casaron tuvieron un deterioro de la aptitud física, como los que siguieron solteros, aunque en ellos la pérdida fue menor. La diferencia fue más evidente cuando el equipo analizó a los divorciados y los que se casaron por segunda vez.
Los que se divorciaron durante el estudio tuvieron una mejoría de la aptitud física, mientras que no hubo cambios en los que siguieron casados. Los hombres divorciados al inicio del estudio sufrieron un deterioro general de la aptitud física con el tiempo, pero el deterioro más alto se registró en los que se volvieron a casar.
No se registraron "beneficios" del divorcio en las mujeres. Pero el equipo sostiene que un motivo podría ser que hubo menos mujeres que hombres en el estudio y que sólo un grupo reducido de mujeres cambió su estado civil durante el seguimiento.
Para el equipo, esto destaca en papel de los factores sociales en la aptitud física.
FUENTE: American Journal of Epidemiology, online 1 de diciembre del 2010