María Valerio | Madrid
Hace décadas que los investigadores indagan en los efectos que tiene en el cerebro humano el conocimiento de dos lenguas distintas. En la última reunión de la Sociedad Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS según sus siglas en inglés), que acaba de comenzar en Washington (EEUU), el bilingüismo tampoco ha pasado desapercibido.
Varias investigaciones presentadas en Washington, en el contexto de una jornada sobre '¿Qué nos dice el bilingüismo sobre nuestro cerebro?', echan por tierra décadas en las que se temía que aprender dos lenguas podía crear confusión en el cerebro, sobre todo en el caso de los niños.
Uno de los estudios procede de los laboratorios de la Universidad de Granada, donde los profesores María Teresa Bajo y Pedro Macizo han trabajado con varios voluntarios que hablaban perfectamente tanto español como inglés (aunque no habían crecido necesariamente entre ambas lenguas).
Tras medir su tiempo de respuesta y actividad cerebral ante una pregunta, los investigadores observaron que las personas bilingües son capaces de activar dos idiomas al mismo tiempo, incluso en situaciones en las que sólo necesitan uno. Como explica su univeridad en una nota de prensa, el blingüismo no sólo mejora la atención sino que también es entrena la memoria de estas personas, como si fuese una especie de 'gimnasia mental'.
Desde la infancia
Más sorprendente es el hallazgo de Nùria Sebastián-Gallés, de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. En sus trabajos con varios niños de cuatro, seis y ocho meses, criados en hogares donde se hablaba indistintamente el catalán o el castellano, detectó que los pequeños bilingües son inculso capaces de discernir entre dos idiomas que no conocen.
A los pequeños se les pusieron varios vídeos sin sonido en los que aparecían personas hablando en inglés o francés (dos idiomas desconocidos en el hogar de los bebés). Incluso aunque nunca habían escuchado dichas lenguas, los investigadores aseguran que los niños fueron capaces de distinguirlas únicamente por las expresiones faciales de quienes aparecían en el vídeo. Una evidencia, a su juicio, de que el bilingüismo amplia la capacidad perceptiva del cebrebro.
Otras ventajas
Aunque como ha reconocido en el mismo foro Judith Kroll, de la Universidad de Pensilvania (EEUU), todas estas ventajas no significan que las personas bilingües sean más inteligentes, ni que aprendan mejor. En su caso, sus hallazgos muestran que son, eso sí, personas 'multitarea', capaces de procesar varias tareas al mismo tiempo y despreciar rápidamente la información irrelevante que percibe su cerebro.
Recientemente, un estudio sobre el mismo tema publicado en la revista 'Neurology' por Elen Byalistok (de Toronto) mostró que usar dos lenguas cada día conseguía retrasar una media de cuatro años la aparición de Alzheimer. Y aunque las mayores ventajas se observaron en las personas que usabanambas lenguas a diario, la investigadora canadiense destaca que incluso practicar en verano esa segunda lengua aprendida en el colegio puede ser beneficioso contra la demencia.
Cambiar de un idioma a otro, explicaba Byalistok, parece ser un estímulo para el cerebro, de manera que éste se fabrica una especie de 'reserva cognitiva'. Su siguiente paso va a ser comprobar si, además de una mejora cognitiva, el bilingüismo también provoca cambios físicos en la estructura del cerebro.