NUEVA YORK (Reuters) - Pequeñas dosis de aspirina pueden disminuir el riesgo de sufrir infartos en quienes nunca tuvieron enfermedad cardíaca, pero el fármaco anticoagulante no parece recortar las posibilidades de accidente cerebrovascular o muerte por la condición, según indicó un nuevo estudio.
Además, las personas deberían consultar a sus médicos antes de tomar la medicación, que eleva el riesgo de úlceras sangrantes.
"La aspirina redujo el riesgo de eventos cardiovasculares e infarto de miocardio no letal en esta muestra amplia", escribió el equipo de Alfred Bartolucci, de la Escuela de Salud Pública de la University of Alabama y director del estudio.
"Por lo tanto, la prevención primaria con aspirina disminuyó el riesgo de eventos cardiovasculares e infartos de miocardio no fatales totales, pero no hubo diferencias significativas en las incidencias de ACV, mortalidad cardiovascular, mortalidad por todas las causas y enfermedad coronaria", añadieron.
El estudio, publicado en American Journal of Cardiology, reunió los resultados de nueve ensayos que evaluaron a la aspirina como método de prevención de la enfermedad cardíaca. La investigación recibió el respaldo del fabricante Bayer AG.
El estudio incluyó tres ensayos que no fueron parte de una revisión realizada en Estados Unidos que llevó a las recomendaciones sobre la aspirina efectuadas en el 2009.
Alrededor de 100.000 hombres y mujeres de 45 años y más formaron parte de los estudios. Algunos eran saludables y algunos presentaban diabetes, pero ninguno tenía dolor de pecho u otros síntomas de problemas de corazón.
El estudio halló un 19 por ciento de reducción en los ataques cardíacos no letales entre los participantes que tomaban aspirina, comparado con los que no lo hacían.
No mencionó cuántas personas realmente padecieron esos infartos, pero un análisis previo de seis de los ensayos mostró que por cada 1.000 personas, 18 de las que tomaban aspirina tuvieron ataques cardíacos cada año, comparado con 23 de las que recibían píldoras placebo.
Ese análisis también reveló que la aspirina incrementaba la tasa de hemorragia del 0,7 al 1 por mil cada año, lo que lleva a los autores a concluir que el medicamento tuvo un "valor neto incierto".
El estudio actual también reportó pequeñas disminuciones en los riesgo de ACV y de muerte con el consumo de aspirina, aunque indicó que esos cambios podrían deberse al azar.
"Esto perfecciona nuestro conocimiento sobre cuán beneficiosa es la aspirina", dijo Graham Nichol, de la University of Washington en Seattle, que no participó del estudio.
"No hay un acuerdo universal sobre lo que es 'alto riesgo'", dijo el experto a Reuters Health, quien añadió que la aspirina es claramente beneficiosa para las personas que ya padecieron enfermedad cardíaca.
"Para mí, si uno tiene diabetes o múltiples factores de riesgo de enfermedad cardíaca -como tabaquismo u obesidad- es razonable tomar aspirina", agregó Nichol.
Pero otros expertos señalan que una recomendación generalizada sobre el consumo de aspirina para prevenir condiciones cardíacas no es una buena idea.