Robert Preidt
Las terapias de cuerpo y mente como el yoga, la meditación y los ejercicios de respiración profunda, parecen estar adquiriendo una mayor aceptación en la medicina establecida, según un estudio reciente.
Más de un tercio de los estadounidenses usa terapias de cuerpo y mente, cifra que está aumentando, según anotaron los investigadores. Encontraron que uno de cada treinta estadounidenses que usa algún tipo de terapia de cuerpo y mente fue remitido al tratamiento por un proveedor médico.
"Hay evidencia sólida que respalda el uso clínico de las terapias de cuerpo y mente", aseguró en un comunicado de prensa del Centro Médico Beth Israel Deaconess la Dra. Aditi Nerurkar, becaria de medicina integradora de la Facultad de medicina de la Harvard y del Beth Israel de Boston. "Pero no esperábamos ver tasas tan elevadas de derivación de parte de los proveedores".
Nerurkar y colegas analizaron datos de más de 23,000 hogares que participaron en la Encuesta nacional de entrevista de salud 2007 de EE. UU. Casi el tres por ciento de las personas en dichos hogares, o sea alrededor de 6.3 millones de personas, usó terapias de cuerpo y mente luego de ser referido por un proveedor de medicina establecida, según encontró el estudio. Esas personas tendían a estar más enfermas y usaban el sistema de atención de salud más que las personas que comenzaron a usar las terapias sin derivación.
"Lo que encontramos sugiere que los proveedores refieren a sus pacientes a terapias de cuerpo y mente como último recurso una vez las opciones terapéuticas convencionales han fracasado", apuntó Nerurkar. "Nos hace preguntarnos si referir a los pacientes a estas terapias antes en el proceso de tratamiento podría llevar a un uso menor del sistema de atención de salud, y posiblemente a mejores resultados para estos pacientes".
El estudio aparece en la edición del 9 de mayo de la revista Archives of Internal Medicine.
"Estos datos sugiere que las terapias de cuerpo y mente en realidad se han convertido en un método establecido de atención", aseguró en el comunicado de prensa el Dr. Russell Phillips, jefe de atención primaria del Beth Israel y autor principal del estudio. "Pero se necesita más investigación para guiar la toma de decisiones de médicos y pacientes sobre su uso".
FUENTE: Beth Israel Deaconess Medical Center, news release, May 9, 2011