Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un nuevo estudio concluye que las mujeres controladas anualmente para detectar cáncer de ovario fueron tan propensas a morir por la enfermedad como aquellas que no se sometieron a esa pesquisa regular.
Los autores hallaron también que una mayor cantidad de mujeres controladas anualmente ingresaba al quirófano para extirparles los ovarios y tenían complicaciones por falsos positivos en los test (el resultado sugería que tenían un tumor ovárico cuando, en realidad, no lo tenían).
Esto coincide con un estudio previo que había sugerido que la pesquisa anual no evita los fallecimientos por cáncer de ovario, que tiene una alta mortalidad dentro de los cinco años del diagnóstico.
Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, una de cada 72 mujeres desarrolla la enfermedad. Pero los síntomas no aparecen hasta que el cáncer está diseminado, de modo que la mayoría de las pacientes diagnosticadas están en un estadio avanzado de la enfermedad, difícil de tratar.
"Sabemos que cuando detectamos la enfermedad en el estadio I, la supervivencia a cinco años es del 85 al 90 por ciento", dijo la doctora Christine Berg, coautora del estudio, de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
"La pregunta es: ¿podemos detectar los cánceres destinados a llegar al estadio 3 o, desafortunadamente, 4 lo suficientemente temprano como para poder actuar?", agregó.
El nuevo estudio formó parte de un ensayo más grande para conocer la efectividad de la pesquisa de los cánceres de próstata, pulmón, colon-recto y ovarios.
Al azar, el equipo de Berg dividió en dos grupos a unas 70.000 mujeres: a uno se le realizó la pesquisa anual de cáncer de ovario entre 1993 y el 2001, con análisis de sangre y ultrasonido; al otro, ningún test regular.
Los autores siguieron a las mujeres hasta el 2010 mediante cuestionarios y un registro nacional de mortalidad para conocer a cuántas se les diagnosticaba cáncer ovárico y cuántas morían por la enfermedad.
De las 34.000 mujeres de cada grupo, se le diagnosticó el cáncer a 212 del grupo controlado anualmente y a 176 del grupo sin control regular. Además, en cada grupo, respectivamente, murieron 118 y 100 participantes. A más de tres cuartos de las pacientes de ambos grupos se les diagnosticó el cáncer ya en estadios 3 o 4.
Los resultados, publicados en Journal of the American Medical Association, se presentaron hace una semana en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, realizada en Chicago.
El equipo registró también más de 3.000 falsos positivos en el grupo controlado y a más de 1.000 mujeres sin cáncer de ovario a las que se operó para extirparles un ovario debido a un resultado falso positivo. En 163 mujeres, esas cirugías causaron complicaciones graves, como infecciones y problemas cardiovasculares.
"Muchos dirán: 'Es sólo un análisis de sangre, un ultrasonido. ¿Qué hay de malo?'. Lo malo es que puede llevar a una cirugía innecesaria con posibles complicaciones", indicó Berg.
FUENTE: JAMA, online 4 de junio del 2011