El daño cardiaco causado por el uso intenso de cocaína puede ocurrir sin producir ningún síntoma, según un estudio reciente.
Los investigadores evaluaron la salud cardiaca de treinta usuarios a largo plazo de cocaína, con una edad promedio de 37 años, que entraron a un programa de rehabilitación de drogas 48 horas tras usar cocaína por última vez. Habían usado cocaína durante un promedio de doce años, y consumían unos 5.5 gramos de cocaína al día.
La inhalación era la forma más común de usar cocaína, pero diez dijeron que se la inyectaban intravenosamente y dos que la fumaban (cocaína crack).
Más de la mitad de los adictos a la cocaína también usaban otras sustancias, como heroína y alcohol, y uno de cada cinco estaba infectado con hepatitis C o VIH.
La función cardiaca era normal en todos los usuarios diarios de cocaína, pero doce tenían anomalías localizadas, 83 por ciento daño estructural, y 47 por ciento inflamación (edema) del ventrículo izquierdo inferior. El edema se asoció con un mayor consumo de cocaína.
Los investigadores también encontraron que 73 por ciento de los adictos tenían cicatrices en el tejido cardiaco (fibrosis), probablemente causado por un ataque cardiaco silencioso o por daño tóxico.
El edema es un indicador de daño reciente y es reversible, pero la fibrosis no, señalaron los investigadores.
El estudio aparece en la edición en línea del 21 de junio de la revista Heart.
En alrededor de uno de cada cinco adictos a la cocaína, las autopsias revelan miocarditis, una inflamación del músculo cardiaco, según un comunicado de prensa de la revista. Y entre los menores de 45, una cuarta parte de los ataques cardiacos no letales se relacionan con la cocaína, dijeron los autores en el comunicado de prensa.
FUENTE: Heart, news release, June 20, 2011