La terapia con masaje podría ser mejor que los fármacos o el ejercicio para aliviar el dolor de espalda baja a corto plazo, sugiere un nuevo estudio financiado por el gobierno.
Investigadores de Seattle reclutaron a 401 pacientes, la mayoría mujeres blancas de mediana edad, que sufrían de dolor crónico de espalda baja.
Los que recibieron una serie de masajes de relajación o estructurales fueron más capaces de trabajar y estar activos durante hasta un año que los que recibieron la "atención médica usual", que incluía analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares o fisioterapia, hallaron los investigadores.
El autor líder del estudio Daniel Cherkin, director del Instituto de Investigación en Salud Grupal, dijo que esperaba que el masaje estructural, que manipula músculos y ligamentos específicos de la espalda relacionados con el dolor, resultaría superior al masaje de relajación, también conocido como masaje sueco, que busca fomentar una sensación de relajación en todo el cuerpo.
El masaje estructural, que se enfoca en anomalías de los tejidos blandos, requiere más capacitación y podría tener más probabilidades de que los planes de seguro de salud lo paguen, ya que lo equiparan con la fisioterapia, apuntó Cherkin.
"Pensaba que el masaje estructural sería al menos un poco mejor, pero no fue así", señaló Cherkin. "Si sigue teniendo problemas con el dolor de espalda baja incluso tras probar la atención médica usual, el masaje podría ser bueno. Creo que los resultados son bastante firmes".
El estudio, financiado por el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa, parte de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., aparece en la edición del 5 de julio de la revista Annals of Internal Medicine.
Los participantes fueron asignados a uno de tres grupos: masaje estructural, masaje de relajación o atención usual. Los de los grupos de masaje recibieron tratamientos de masaje de una hora de duración semanalmente durante diez semanas.
A las diez semanas, más de un tercio de los que recibieron uno de los dos tipos de masaje aseguraron que su dolor de espalda estaba mucho mejor o había desaparecido, frente a apenas uno de cada 25 pacientes que recibieron la atención usual, según el estudio. Los de los grupos de masaje también tenían el doble de probabilidades de haber pasado menos días en cama, usado menos antiinflamatorios y haber participado en más actividad en ese periodo que el grupo de atención estándar.
A los seis meses, ambos tipos de masaje seguían relacionándose con una mejor función, dijo Cherkin, pero tras un año, el dolor y la función eran casi iguales en los tres grupos.
Cherkin anotó que la mayoría de estadounidenses experimentarán dolor de la espalda baja en algún momento de sus vidas, y dijo que otro beneficio del masaje es su relativa seguridad.
"Quizás uno de diez pacientes sintió dolor durante o después del masaje, pero la mayoría de ellos dijo que era un 'buen dolor'", señaló. "Un buen terapeuta masajista se sintonizará con el paciente y le preguntará qué le duele".
Una de las debilidades del estudio estribó en que los que fueron asignados a la atención usual sabían que los demás recibían terapia de masaje, y quizás ser excluidos los haya decepcionado, sesgando su mejora reportada, apuntó el Dr. Robert Duarte, director del Centro de Tratamiento del Dolor y de la Cefalea del Sistema de Salud North Shore-LIJ de Manhasset, Nueva York.
"Creo que la terapia de masaje puede ser útil para los pacientes de dolor de espalda, pero más como una terapia complementaria", añadió Duarte.
FUENTES: Daniel Cherkin, Ph.D., director, Group Health Research Institute, Seattle; Robert Duarte, M.D., director, Pain and Headache Treatment Center, North Shore-LIJ Health System, Manhasset, N.Y.; July 5, 2011, Annals of Internal Medicine.