Valeria Musse / De la corresponsalía de La Plata
LA PLATA.- El gobierno bonaerense evaluará, a través de una encuesta que realizará dentro de quince días a unos 10.000 alumnos de colegios secundarios públicos del distrito, qué impacto tienen los planes sociales que cobran los padres de familia en la alimentación de sus hijos estudiantes.
El sondeo permitirá analizar además el nivel de actividad física que tienen los jóvenes y establecer pautas para la elaboración de los menús escolares y de ejercitación para el año próximo.
La iniciativa del relevamiento, que será encabezado por el Ministerio de Desarrollo Social provincial y la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), surgió luego de que las autoridades constataran que durante los meses estivales de este año hubo menos estudiantes anotados en el Programa Escuelas Abiertas en Verano, proyecto que ofrece a los chicos el servicio de asistencia alimentaria y de actividades recreativas.
"Aparentemente, los jóvenes están comiendo en algún lado y por eso no necesitan ir a los comedores como hace algunos años, pero necesitamos actualizar esa información y saber si la ayuda social está dando resultados", dijo a La Nacion el subsecretario de Políticas Sociales, Walter Romero.
Según un informe parcial de la Dirección General de Cultura y Educación, "entre 2008 y 2011 se registró una disminución del 71% en la cantidad de inscriptos en el servicio alimentario del Programa Escuelas Abiertas en Verano, al tiempo que aumentó, para el mismo período, en un 300% el número de chicos que participan de las actividades recreativas".
Romero indicó que los resultados temporarios de la implementación de ciertos beneficios sociales, como el plan provincial Más Vida, que otorga un crédito para promover la nutrición y desarrollo de la población materno-infantil, o la Asignación Universal por Hijo, deberían servir como base para definir las futuras políticas sociales y nutricionales.
Datos valiosos
La encuesta se hará en 96 establecimientos secundarios de la provincia. Unos 10.000 alumnos serán visitados por expertos del Centro de Estudios en Rehabilitación Nutricional y Desarrollo Infantil (Ceren), entidad que depende de la CIC.
Los resultados permitirán obtener información sobre los hábitos alimentarios de los estudiantes, no sólo en sus hogares sino también en la escuela. Además, se relevará qué comen los chicos en los quioscos escolares y cuál es el nivel de actividad física escolar y extraescolar que realizan. La información será utilizada para diseñar las políticas nutricionales que se aplicarán en la confección de los menús de los comedores de las instituciones educativas.
"Durante los últimos dos años, hemos aumentado los montos de cada ración en todas las modalidades del Servicio Alimentario Escolar [SAE] y nuestro objetivo es que los chicos estén cada día mejor", dijo el titular de la cartera social, Baldomero Alvarez de Olivera.
Si bien la ayuda social permite que los jóvenes tengan la posibilidad de comer alrededor de una mesa familiar, la calidad de los alimentos que ingieren los estudiantes fuera de sus hogares ha disminuido progresivamente. Y esto ocurre especialmente entre los alumnos del nivel secundario. "Hay que reeducar a los chicos. Si el establecimiento ofrece un quiosco saludable, pero los chicos no entienden los beneficios de comer sano, entonces se cruzarán de vereda para comprar productos que, además, les permitirán la aceptación de sus pares", explicó a La Nacion la licenciada en nutrición y coordinadora de la campaña provincial de Prevención de la Obesidad Infantil y Adolescente, María Laura Sansalone.
La actividad física también parece ser otro punto negativo entre los adolescentes. Para el profesor de educación física Adrián Casas, "existe una doble naturalización de hábitos no adecuados". En diálogo con La Nacion, el docente responsabilizó a las familias y a las autoridades escolares por el creciente sedentarismo de los jóvenes. A las familias, por no combatir la tendencia de los chicos de estar prolongados períodos de tiempo frente a la computadora, y a las autoridades escolares, por aceptar que se evite que la materia educación física tenga "tarea para el hogar" o sea reprobada.
"Es necesario que los adultos signifiquemos que el movimiento es beneficioso y placentero", enfatizó.
Avance para "comer sano" en la ciudad
Voceros del Ministerio de Educación porteño afirmaron ayer que está a punto de concretarse, "juntamente con las partes involucradas", el proyecto de reglamentación de la ley que obliga a las escuelas tanto públicas como privadas de la ciudad de Buenos Aires a ofrecer a sus alumnos alimentos y bebidas propios de una dieta saludable y variada.
Las mismas fuentes aclararon que se están elaborando campañas que ayuden a concientizar sobre la importancia de una alimentación equilibrada para los alumnos. La ley para "comer sano" en los colegios se aprobó en diciembre del año pasado.