NUEVA YORK (Reuters Health) - Los mayores de 60 años que tienen menos de 55 latidos por minuto (lpm) sin síntomas no son muy propensos a necesitar un marcapasos en el corto plazo y hasta tendrían una mortalidad más baja que aquellos con una frecuencia cardíaca normal.
"La bradicardia asintomática no tiene un efecto adverso en la mortalidad por todas las causas y hasta sería protectora", sugieren los autores de un estudio publicado en internet en el American Journal of Cardiology.
El equipo del doctor Jeffrey J. Goldberger de Northwestern University en Chicago, Illinois, consideró que la bradicardia sería más relevante en los adultos mayores, en los que indicaría un trastorno cardíaco o del sistema de conducción.
Pero no existían estudios sobre la importancia clínica de la bradicardia en adultos mayores que no necesitaban un marcapasos con urgencia.
Entonces, comparó a 470 pacientes ambulatorios mayores de 60 con una frecuencia cardíaca de menos de 55 lpm, pero que no necesitaban un marcapasos, con 2090 pacientes con 60-70 lpm. El seguimiento duró unos 7,2 años.
En los primeros 4 meses, en ambos grupos se implantó la misma cantidad de marcapasos. Pero, a partir de ahí, la incidencia aumentó en el grupo con bradicardia, que registró una tasa acumulada del 9 por ciento durante el estudio, comparado con el 5 por ciento del grupo control.
Aun así, el equipo señala que "los pacientes mayores con bradicardia asintomática poseen una tasa muy baja de implantación de marcapasos, de <1 por ciento anual".
La mortalidad en el grupo con bradicardia no superó a la del grupo control en el análisis univariable, pero fue más bajo en el análisis multivariable.
Según el equipo, la aptitud física podría ser una explicación del efecto aparentemente protector de la bradicardia observada en el estudio.
"En la población mayor ambulatoria estudiada, el efecto de la baja frecuencia cardíaca en la mortalidad fue entre neutra y posiblemente beneficiosa", concluye el equipo.
FUENTE: http://bit.ly/n5bro6