Por Frederik Joelving
NUEVA YORK (Reuters Health) - Es probable que los niveles bajos de testosterona no le acorten la vida a un hombre, aunque estudios previos así lo habían sugerido. Simplemente, serían un signo del estado general de salud que también disminuye con la edad.
Mientras que la industria se refiere a la "T baja" como un problema médico que se puede tratar y que afecta a millones de hombres estadounidenses, los detractores la acusan de querer obtener ganancias al transformar el envejecimiento normal en una enfermedad.
No hay duda de que los niveles muy bajos de testosterona alteran el organismo y reducen el deseo sexual, pero se desconoce cuál es el valor umbral entre el rango normal y anormal.
Los niveles varían con la edad, entre países, etnias, individuos y hasta de una hora a la otra.
El nuevo estudio, publicado en Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, revisa en profundidad investigaciones previas sobre la relación entre la testosterona y la mortalidad.
"Esto es lo último", dijo Andre Araujo, de los Institutos de Investigación de New England y coautor del estudio.
Araujo indicó que, hasta ahora, la mayoría de los estudios había demostrado que los hombres con bajos niveles de testosterona mueren antes que sus pares con niveles hormonales más altos. "Los resultados son muy distintos, confusos", dijo a Reuters Health.
El equipo reunió la literatura disponible, incluido un estudio propio en el que no se había hallado asociación alguna. Sólo incluyó estudios sobre hombres que no estuvieran hospitalizados ni internados en centros de atención prolongada para evitar la influencia de alguna enfermedad.
CORRELACION, NO CAUSALIDAD
En 11 estudios, en los que se siguió durante cinco a 17 años a más de 16.000 hombres de mediana edad, el equipo halló signos de problema: los hombres en el tercio más bajo de una escala de niveles de testosterona tenían un 35 por ciento más posibilidad de morir que los hombres en el tercio más alto.
"Hay una cierta relación, pero lo importante es que los números están bastante separados entre sí." Esto significa que no son estadísticamente comparables", dijo Araujo.
En un análisis más profundo, el equipo halló que los estudios durante períodos más cortos y los que incluían adultos mayores tendían a hallar una conexión. Por otro lado, los niveles bajos de testosterona no parecían estar asociados con la mortalidad prematura en hombres jóvenes.
Aunque la revisión se limitó a 11 estudios, "los datos indican que la testosterona variaría junto con los cambios de la salud y la mortalidad, aunque no causaría la muerte", dijo Araujo.
Los nuevos resultados se suman a las pruebas ya disponibles de que las empresas que promueven la terapia de reemplazo hormonal para "T baja" estarían por lo menos sacando conclusiones alejadas de las evidencias clínicas.
Expertos sostienen que cada año se realizan más de 1 millón de recetas de testosterona en Estados Unidos y muchas son para hombres de mediana edad y adultos mayores con disminución de la libido y depresión.
Una búsqueda de Google con la frase "testosterona baja" lleva al enlace con el sitio "Is It Low T", de Abbott, que produce la terapia de reemplazo hormonal AndroGel, que cuesta unos 280 dólares por mes.
En el sitio, el visitante puede responder un cuestionario sobre falta de energía y disminución de la libido. Si responde sí a tres preguntas o tiene erecciones "no tan fuertes", por ejemplo, se le indica "Consultar al médico sobre los síntomas y preguntarle si debería hacerse algún análisis para determinar si tiene testosterona baja".
Pero, hasta ahora, no existen estudios sólidos que demuestren que la disminución de la testosterona necesariamente cause esos problemas ni que la terapia hormonal los solucione.
En el 2010, el doctor Michael Marberger, director del Departamento de Urología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Viena, en Austria, dijo a Reuters Health que la terapia de reemplazo de la testosterona se transformó en una solución común para los problemas sexuales.
Según la empresa farmacéutica, hay unos 14 millones de hombres con "T baja", pero estudios independientes sugieren que la cantidad de varones que calificarían para el diagnóstico de "hipogonadismo de aparición tardía", en el que los testículos dejan de producir testosterona, es mucho más baja.
En tanto, los sociólogos están preocupados por los efectos de etiquetar con una enfermedad lo que muchos consideran envejecimiento normal.
"En la sexualidad y el rendimiento sexual, la medicalización avanzó demasiado", dijo Susan Bell, del Bowdoin College, en Brunswick, Maine.
FUENTE: Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, online 3 de agosto del 2011