Por Kate Kelland
ESTOCOLMO (Reuters) - Tratar a las embarazadas enfermas de cáncer con una quimioterapia fuerte no dañaría al feto, pero un parto prematuro para evitar someter al bebé por nacer a ese tratamiento oncológico sí lo hace, según un estudio difundido el martes.
Los científicos que estudiaron el desarrollo mental y de salud de los niños nacidos de madres tratadas por cáncer durante el embarazo hallaron que no se vieron afectados por la quimioterapia, pero sí sufrieron daños si nacieron prematuramente, ya sea por parto natural o inducido.
"Los datos sugieren que los niños sufren mucho más por ser prematuros que por la quimioterapia prenatal", dijo Frederic Amant, oncólogo ginecológico del Hospital Universitario de Lovaina, en Bélgica, que encabezó la investigación y presentó sus resultados en el Congreso Europeo Multidisciplinario del Cáncer (CCMC), en Estocolmo.
Amant añadió que los resultados muestran que no hay necesidad de que las pacientes con cáncer que estén embarazadas aborten o retrasen el tratamiento más allá del primer trimestre, pero subrayó que los médicos deben evitar inducir un parto prematuro siempre que sea posible.
Alrededor de 2.500 a 5.000 embarazadas en Europa son diagnosticadas con cáncer cada año, un diagnóstico que es doblemente traumático ya que a las futuras madres les preocupa que la enfermedad o el tratamiento pueda dañar al feto.
Amant dijo que por su experiencia, muchas mujeres deciden abortar porque desconocen el riesgo del tratamiento para el feto pero asumen que va a ser perjudicial.
En tanto, los médicos aconsejan a menudo a las mujeres que retrasen el tratamiento o den a luz antes mediante un parto inducido prematuramente, en general alrededor de la semana 32 de gestación, dijo experto.
Pero según sus hallazgos, ese consejo es equivocado si la quimioterapia se administra después de las primeras 12 o 14 semanas de embarazo. Sólo una fracción de la quimioterapia pasa a través de la placenta y llega al feto, dijo Amant, y los fármacos parecen no tener impacto en el desarrollo del bebé.
Entre los 70 niños nacidos de 68 embarazos incluidos en el estudio, aproximadamente dos tercios nacieron antes de la semana 37 de gestación.
El equipo de Amant halló que las tasas y tipos de defectos congénitos entre los bebés fueron similares a los de la población general, al igual que el crecimiento, la salud general y el desarrollo. Los investigadores tampoco hallaron anormalidades cardíacas.
Sin embargo, los autores descubrieron que mientras que el desarrollo cognitivo -medido a través de parámetros como el coeficiente intelectual (CI) y pruebas de comportamiento- estaban en el rango normal en la mayoría de los niños, quienes tenían CI por debajo de lo normal eran los prematuros.
Ya es ampliamente conocido que los bebes nacidos muy pronto corren mayor riesgo de desarrollar dificultades de aprendizaje, y estudios recientes han mostrado también que los niños nacidos incluso una o dos semanas antes de la semana 40 de gestación probablemente desarrollarán dificultades en el aprendizaje.
Amant dijo que dado que el número de mujeres que habían participado en el estudio era pequeño y que el seguimiento fue relativamente corto, el plan del equipo es estudiar a un número mayor en futuras investigaciones.
"En esta fase, no sabemos las consecuencias completas a largo plazo de la quimioterapia prenatal, incluido su efecto en la fertilidad de los niños y la posibilidad de que desarrollen un cáncer cuando sean mayores", finalizó.