Por Anne Harding
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un nuevo estudio revela que los niños extremadamente prematuros son mucho más propensos que los nacidos a término a tener problemas de aprendizaje en el jardín de infantes, aun cuando no tengan deficiencias cognitivas.
Con todo, más de un tercio de los participantes con problemas de aprendizaje no participaban en programas especiales de educación, concluyó el equipo del doctor H. Gerry Taylor, de University Hospitals Case Medical Center, en Cleveland.
Esto demuestra la importancia del seguimiento continuo de esos niños cuando llegan a la edad preescolar y escolar para identificar a tiempo cualquier trastorno del aprendizaje y realizar la intervención adecuada, según señaló Taylor.
Actualmente, los niños nacidos antes de la semana 28 de gestación o con menos de 1.000 gramos de peso sobreviven, pero con un alto riesgo de tener problemas del desarrollo, escriben los autores en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.
El estudio incluyó 148 chicos nacidos extremadamente prematuros entre el 2001 y el 2003 en el hospital donde trabaja el equipo, y 111 alumnos de la misma clase que habían nacido a término y con peso normal (grupo de control).
La cohorte de prematuros tuvo un rendimiento promedio menor que la otra en la prueba para deletrear palabras y realizar cálculos. La mitad no estaba en condiciones de ser evaluados o no alcanzaba el nivel básicos en aritmética, comparado con el 21 por ciento del grupo de control.
Los docentes fueron cuatro veces más propensos a calificar a los niños prematuros como alumnos con una evolución del aprendizaje por debajo del nivel normal en lengua escrita. Y fueron siete veces más propensos a informar sobre esa deficiencia en matemática.
Entre los 70 prematuros con un puntaje por debajo de 85 (entre 85 y 115 es el rango "normal") en uno o más test de objetivos alcanzados, 26 carecían de un plan educativo personalizado.
En los niños nacidos extremadamente prematuros, el retraso del desarrollo a los 20 meses fue un factor de riesgo de problemas de aprendizaje en el jardín de infantes. Otros factores de riesgo fueron la pobreza y haber nacido antes de la semana 25 de gestación.
El autor consideró que el desempeño en el jardín de infantes es la mejor herramienta para predecir el éxito académico futuro.
Frecuentemente, dijo Taylor, los médicos suspenden el seguimiento de los prematuros a los 2 ó 3 años de edad. "Las familias no siempre estarían atentas a la necesidad de prolongarlo durante el ingreso escolar", añadió.
Una forma de garantizar el monitoreo continuo de estos niños es asegurarse de que poseen un "hogar médico". Taylor agregó: "Los docentes conocen muy bien los problemas de aprendizaje infantil. Una manera sencilla para detectarlos sería preguntarle al maestro cómo evoluciona un niño en el aula".
FUENTE: Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, septiembre del 2011