Por Fabiola Czubaj
El neumococo. Foto: Archivo Aunque los argentinos reconocemos a la neumonía como algo más grave que un resfrío, sólo 1 de cada 2 adultos sabe qué hacer para prevenirla. Así lo muestra una encuesta de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) sobre el impacto de esa infección que afecta los pulmones de grandes y chicos. La explicación estaría en los consultorios, según coinciden especialistas.
En los adultos, la causa más común de neumonía adquirida en la comunidad es una bacteria llamada neumococo. En el país, cada año se registran unos 120.000 casos. Subestimarla o no consultar a tiempo puede causar complicaciones en otros órganos. "La prevención no sólo ayuda a erradicar la enfermedad, sino que es la respuesta más «costo-efectiva»", dijo el doctor Carlos Luna, jefe del Servicio de Neumonología del Hospital de Clínicas.
La encuesta, realizada por la consultora Ipsos a pedido de la AAMR, consistió en entrevistas a 1212 personas de entre 18 y 70 años en las principales ciudades del país. Los resultados, aplicables a la población general, revelan que el 90% reconoce que la neumonía es una enfermedad grave, pero que el 50% sabe cómo prevenirla. Eso incluye la vacunación.
"Es un reflejo de la realidad que vemos en el consultorio. Se reconoce que es grave, pero no se aplican las medidas preventivas, y eso no siempre es responsabilidad del paciente -aclaró el doctor Oscar Rizzo, de la AAMR-. Muchos médicos todavía son reacios a indicar la vacunación, aun cuando está muy probada su efectividad en grupos como los pacientes añosos o con enfermedades graves que aumentan la vulnerabilidad a la neumonía."
Este año, la vacuna contra el neumococo se incorporó al calendario nacional de vacunación. Es, por lo tanto, gratuita y obligatoria para los menores de 1 año. En los adultos se aplica gratuitamente, a veces con la antigripal, en los mayores de 65; está indicada también para otros grupos de riesgo, como personas con males respiratorios y cardíacos, con inmunodeficiencias o insuficiencia renal crónica, y las embarazadas, entre otros. Los adultos necesitan un refuerzo a los 5 años. "No son recomendables más aplicaciones", aclaró Rizzo.
Era lo esperado
"Creo que los resultados de esta encuesta -señaló Luna, que no participó de su realización- son los esperables en la población. En la práctica, fuera de los especialistas en medicina respiratoria y los infectólogos, existe un conocimiento bastante limitado de las indicaciones específicas de la vacunación antigripal y antineumocócica."
Otros dos trabajos originales que el experto y su equipo del Clínicas presentarán esta semana en el 39º Congreso de la AAMR revisaron el alcance del uso de ambas vacunas. En uno, el equipo repitió una encuesta de hace 10 años para comparar los resultados. Hace una década, apenas 40% de las personas que debían vacunarse contra la gripe sabía que debía hacerlo. Lo mismo ocurría con el 11,8% de los que debían vacunarse contra la neumonía. Hoy, la situación mejoró, pero no lo suficiente: el 63% recibe la antigripal y el 20,7%, la vacuna antineumocócica.
"Si la mayoría de pacientes con indicación de aplicarse las vacunas no lo hace es porque nadie se lo indicó", dijo Luna.
En el segundo estudio, sobre 1500 pacientes de hospitales del país, los resultados preliminares señalan que de los grupos más vulnerables, el de las personas con enfermedades pulmonares, como la EPOC, es el que mayor porcentaje de vacunados tiene. "En el resto, los porcentajes son muy bajos, especialmente entre los pacientes cardíacos", adelantó el experto.