Por Megan Brooks
NUEVA YORK (Reuters Health) - La ultrasonografía torácica detecta lesiones comunes en el pecho, en especial el neumotórax y las contusiones pulmonares, de pacientes que llegan a los departamentos de emergencias, según publica en la revista Chest un equipo de Francia.
El ultrasonido torácico "es una herramienta más, no invasiva, para realizar un diagnóstico temprano y/o tomar decisiones terapéuticas", dijo el doctor Jean-Francois Payen, de la Universidad Joseph Fourier, en Grenoble.
"Claro que la tomografía computarizada (TC) de tórax es el test de referencia, pero la decisión de trasladar a pacientes inestables a las instalaciones necesarias puede ser difícil", añadió.
Las lesiones torácicas (neumotórax, hemotórax y traumatismos pulmonares) son frecuentes después de un traumatismo en el pecho y pueden poner en riesgo la vida si no se diagnostican en la sala de emergencia.
El estudio respalda la utilidad diagnóstica del ultrasonido torácico con ese objetivo.
La investigación, prospectiva y observacional, incluyó a 119 adultos atendidos en salas de emergencia por un traumatismo de tórax. A cada paciente, asegurado en un colchón de vacío, se le examinó el tórax y se le hizo una radiografía, un ultrasonido y una TC del pecho.
El equipo analizó 237 campos pulmonares para determinar la existencia de neumotórax y hemotórax, y 236 campos para identificar traumatismos. Hallaron 53 neumotórax, 35 hemotórax y 147 traumatismos pulmonares, según las TC o las descompresiones torácicas (en 17 pacientes).
En el caso de los neumotórax y los traumatismos pulmonares, pero no los hemotórax, la precisión diagnóstica de la ultrasonografía fue superior a la del examen clínico más la radiografía.
El ultrasonido fue especialmente útil para diagnosticar el neumotórax en los pacientes más graves, respiratoria y/o hemodinámicamente inestables.
La precisión diagnóstica del ultrasonido torácico no varió significativamente de la del examen clínico más la radiografía al diagnosticar el hemotórax, lo que coincide con estudios previos.
El ultrasonido no detectó 25 neumotórax; 15 con burbujas pleurales pequeñas y ocho inaccesibles; eran retroesternales o estaban en la zona posterior del mediastino o debajo de un vendaje. Dos aparecieron en campos pulmonares con enfisema subcutáneo.
"Con el ultrasonido torácico no se pudo detectar un neumotórax, que, según la TC, demandó el uso de un tubo torácico", señala el equipo.
En total, el ultrasonido no detectó 22 hemotórax; 20 eran mínimos, posteriores, mientras que dos estaban en campos pulmonares con enfisema subcutáneo. Tampoco detectó un hemotórax, que también exigió el uso de un tubo torácico, según la TC.
Treinta y cinco de los 57 traumatismos pulmonares que no se pudieron detectar eran mínimos y/o posteriores; 13 eran inaccesibles con el ultrasonido y dos estaban en campos pulmonares con enfisemas subcutáneos. Se desconoce por qué el ultrasonido no pudo detectar siete traumatismos pulmonares.
"El ultrasonido torácico es más efectivo que la combinación del examen clínico y la radiografía, comparada con la TC, en pacientes atendidos en salas de emergencia por un traumatismo torácico supino y en especial para el diagnóstico del neumotórax y el traumatismo pulmonar", escribe el equipo.
"Dada su disponibilidad en salas de emergencia, debería promoverse el uso del ultrasonido torácico para mejorar significativamente la evaluación de los pacientes con un traumatismo torácico", concluye el equipo.
Y Payen dijo a Reuters Health: "Necesitamos integrar la exploración clínica por ultrasonido de los órganos vitales que puede dañar un traumatismo torácico, como el cerebro, el tórax y el abdomen. Cuanto antes se diagnostica ese daño, más adecuada será la respuesta terapéutica. En estos pacientes gravemente heridos, el tiempo es clave".
FUENTE: Chest, online 20 de octubre del 2011