Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - La pesquisa de los trastornos mentales en mujeres con cáncer mamario suele identificar a más pacientes que ya están bajo tratamiento que a las que lo necesitan, según concluye un equipo de Estados Unidos.
Al excluir del análisis a las mujeres tratadas por depresión o ansiedad, el 95 por ciento de las nuevas pacientes oncológicas con un resultado positivo en los test de estrés no tenían depresión clínica y un 85 por ciento no tenía un trastorno psiquiátrico.
"Existe presión en la comunidad oncológica de hacerles una pesquisa psiquiátrica a los pacientes", dijo el doctor Steven Palmer, de la University of Pennsylvania. Pero "identificar a los pacientes que no reciben tratamiento no es tan simple como parece", agregó.
En la revista Cancer, el equipo de Palmer sugiere que en lugar de tratar de detectar nuevos casos de trastornos psiquiátricos en pacientes con cáncer, el tiempo y los recursos deberían administrarse mejor para garantizar que las mujeres diagnosticadas reciban un tratamiento amplio y efectivo.
El estudio incluyó a 437 mujeres con cáncer mamario recientemente diagnosticado.
El equipo las evaluó con la escala Hopkins Symptom Checklist (HSCL-25) para determinar el nivel de estrés y luego les hizo una entrevista telefónica para diagnosticar los trastornos depresivos y de ansiedad generalizada.
Un tercio de las participantes obtuvo un resultado por encima del valor de corte (44) de la HSCL-25. La evaluación telefónica reveló que el 17 por ciento tenía un trastorno psiquiátrico, incluido un 8 por ciento con depresión mayor y un 3 por ciento con ansiedad generalizada.
La pesquisa tuvo un 74 por ciento de sensibilidad y un 76 por ciento de especificidad. El valor predictivo positivo fue del 39 por ciento, y el negativo, del 94 por ciento.
El 64 por ciento de las mujeres con un diagnóstico psiquiátrico estaban tomando algún psicotrópico. Al limitar el análisis a aquellas participantes sin medicar, la sensibilidad de la HSCL-25 para identificar trastornos psiquiátricos sin tratar se redujo al 56 por ciento, con una especificidad del 80 por ciento, un valor predictivo positivo del 23 por ciento y un valor negativo del 94 por ciento.
"La buena noticia es, por lo menos al inicio del tratamiento del cáncer mamario, que la tasa de trastornos depresivos y de ansiedad era la misma que la que se esperaría en cualquier especialidad médica", dijo Palmer.
Pero la mala noticia, agregó, es que la pesquisa no detectaría a las pacientes que de otra manera quedarían sin diagnosticar o sin tratar como lo esperaban los médicos.
Y algunas mujeres identificadas rechazarían recibir el tratamiento.
En cambio, un psicólogo especializado en cáncer consideró que la cantidad de participantes bajo tratamiento por depresión u otros problemas psiquiátricos sería más alta que lo habitual.
"Existe la idea generalizada de que la depresión está subdiagnosticada y subtratada", dijo el doctor Wolfgang Linden, de la University of British Columbia, en Vancouver, Canadá.
Cuando la depresión no se diagnostica, agregó, las pacientes suelen sufrir las consecuencias clínicas de no concurrir a las consultas con el oncólogo y de saltearse medicamentos.
Controlar a todas las pacientes con un nuevo diagnóstico "es una herramienta para empezar a conversar con las mujeres. Sin un control de rutina, es como lanzar un dardo sin acertar", opinó Linden.
En las pacientes sin un diagnóstico psiquiátrico, la atención oncológica y psiquiátrica deberían ir de la mano, para el doctor Palmer, quien consideró que lo más importante es "abrir un canal de comunicación con ellas".
FUENTE: Cancer, online 11 de octubre del 2011