Por Fran Lowry
NUEVA YORK (Reuters Health) - El anticuerpo monoclonal experimental obinutuzumab de Roche/Genentech aumentaría la respuesta en pacientes que vuelven a desarrollar linfoma no Hodgkin (LNH), según revela un estudio.
Los resultados se obtuvieron en un ensayo de Fase II que comparó el uso de rituximab con obinutuzumab y cuyos resultados se presentaron en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Hematología, en San Diego.
"Este ensayo aleatorizado de Fase II se realizó para obtener una idea inicial de la toxicidad y la efectividad comparativas del nuevo anticuerpo monoclonal anti CD20, que también se llama GA101, con rituximab, para determinar si se justificaría hacer un ensayo de Fase III", explicó la autora principal, doctora Laurie Sehn, de la Universidad de Columbia Británica y de la Agencia de Oncología de Columbia Británica, en Canadá.
Sehn comentó que la tasa de supervivencia al LNH mejoró significativamente en las últimas décadas debido a la efectividad de las terapias como rituximab, orientadas a características moleculares clave de la enfermedad.
Obinutuzumab es el primer anticuerpo monoclonal tipo II creado mediante bioingeniería orientado al biomarcador CD20 de linfoma, jamás estudiado en el LNH.
"Rituximab es un anticuerpo tipo I y GA101 es un anticuerpo tipo II. Por lo tanto, tienen distintos efectos en las células tumorales", explicó Sehn.
"Ensayos de laboratorio demostraron que lo más efectivo es inducir directamente la muerte celular. Además, GA101 fue diseñado para interactuar más eficientemente con el sistema inmunológico normal, de modo que pueda inducir una reacción más potente del sistema inmune contra la célula del linfoma", agregó.
El equipo de Sehn reunió 175 pacientes que habían respondido a rituximab. Al azar, les aplicaron cuatro inyecciones semanales de GA101 o de rituximab. El equipo evaluó la respuesta al tratamiento entre 28 y 42 días después de la última dosis.
En el resumen de la presentación, el equipo escribió que la mayoría de los pacientes (149) tenía linfoma folicular; el resto tenía LNH perezoso no folicular. Ambos grupos tratados "tenían características pronósticas bien balanceadas".
Los pacientes que respondieron al tratamiento siguieron recibiendo la terapia asignada cada dos meses, durante no más de dos años.
Según el equipo, los datos preliminares demuestran que GA101 obtuvo una tasa más alta de respuesta que rituximab. La respuesta general para GA101 fue del 44,6 por ciento, comparado con el 33,3 por ciento para rituximab, mientras que la tasa de remisión completa de cada grupo fue del 12,2 por ciento para GA101 y del 5,3 por ciento para rituximab.
La seguridad de ambas moléculas fue comparable. Los pacientes tratados con GA101 desarrollaron más reacciones pasajeras a la administración y una tasa más alta de tos leve, aunque esos efectos adversos no fueron graves ni ocasionaron la suspensión del tratamiento.
Nueve pacientes del grupo tratado con rituximab y cinco del grupo tratado con GA101 tuvieron efectos adversos graves durante las cuatro semanas de administración del tratamiento.
Los efectos adversos graves en el grupo tratado con GA101 incluyeron la neutropenia con fiebre, efusión pleural y la formación de cálculos renales. Las reacciones asociadas con la administración del fármaco se registraron principalmente durante la primera aplicación y disminuyeron, tanto en ocurrencia como en gravedad, con el tiempo.
La fatiga, el dolor de espalda, la pérdida de apetito y el insomnio también fueron más comunes con GA101 que con rituximab.